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La principal cooperativa de España pierde al año mil hanegadas de cítricos

La pujanza de cultivos como el caqui y las ruinosas campañas naranjeras rebajan la superficie cultivada de 42.000 a 38.000 en menos de cinco años

La principal cooperativa de España pierde al año mil hanegadas de cítricos

No soplan buenos tiempos para el sector citrícola. Las ruinosas campañas que la Cooperativa Agrícola de Algemesí, la principal productora de España, ha registrado en los últimos años empiezan a provocar un efecto imparable en la reducción de la superficie de cítrico cultivada entre los socios de esta cooperativa. Según los datos recopilados por este diario, la entidad pierde cultivo citrícola a razón de un millar de hanegadas por año, más de cuatro mil en los últimos cuatro años.

La Copal de Algemesí ha pasado de disponer de una superficie de 42.000 hanegadas de cítrico a 38.000 hanegadas entre 2010 y 2014. El dato es relevante porque pone cifras a la huida de los productores hacia otras variedades en busca de mayor rentabilidad. Las 4.000 hanegadas en menos de un lustro se han perdido por diferentes motivos, aunque la mayoría de ellas viene derivada por la pujanza de los cultivos alternativos, como al caqui, señalan voces autorizadas del sector citrícola.

Pero la Copal de Algemesí no se ha quedado de brazos cruzados. Acepta que existe un trasvase hacia otras variedades frutales que en estos momentos ofrecen más rentabilidad, pero consideran que el ciclo histórico de la naranja no está agotado e impulsan reconversiones varietales para mantener la preeminencia en Algemesí del cultivo naranjero, mayoritario desde hace prácticamente un siglo. La cooperativa acaba de lanzar una promoción para renovar las «valencias», que en el tramo final de la campaña han dejado un buen precio. Se trata en su mayoría de campos que se plantaron después de la pantanada de 1982 y que necesitan una renovación porque han sufrido dos heladas importantes, que dejan ya naranjas de muy baja calidad. La promoción tiene como objetivo crear plantaciones nuevas que mejoren el resultado.

En la entidad consideran que el consumidor no ha dado la espalda al cítrico en ningún momento y mantienen que a medio plazo la caída de la oferta por la apuesta de muchos productores por opciones como el caqui elevará el precio de la naranja. Además, los zumos de naranja y otros cítricos se consideran productos muy saludables por su alto contenido en compuestos antioxidantes y recientes investigaciones universitarias señalan que sus beneficios son mayores de lo que se pensaba.

Con todo, nadie oculta, como ya informó Levante-EMV la pasada semana que la campaña citrícola que acaba de concluir ha sido especialmente floja por el bajo precio que dejan las cosechas. Es, además, la segunda campaña consecutiva desastrosa y la cosecha

citrícola empieza a resentirse. La Copal comercializó hace cinco años 120 millones de kilos y este año cierra balance con 80 millones, una cifra que también es un 20% menor a la del año pasado. Por el camino se han quedado 40 millones de kilos. En la Copal están convencidos de que será imposible volver a la barrera de los cien millones de kilos ante la pujanza de otros productos.

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