Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

25 aniversario de la muerte de Luis Suñer

Se cumplen hoy sábado 22 de agosto, veinticinco años de la desaparición del empresario alcireño Luis Suñer Sanchis. Conocía bastante de su modestia y de que no era partidario de la autoalabanza; pero sería faltar a la gratitud que todos los alcireños le debemos, desde el más grande al más chico, gracias a su diestra mano de este capitán de empresas, que marcó la arribada a buen puerto. Fuimos hacia un porvenir económicamente mejor, y eso fue posible porque, con visión certera, dio la idea y la pauta a seguir. Vienen a mi memoria, precisamente, las célebres palabras que sirven para título: «Veni, Vidi, Vinci», pronunciadas por el romano Cayo Julio César, después de la derrota del rey Farmaces.

Veni. Llegué... ¡y cómo llegó!. Cuando todo estaba al borde del naufragio irremediable, después del incendio de la fábrica de la calle Doctor Ferrán, vimos con tesón, el cariño y entusiasmo sin ninguna doblez, la fuerza ruda de los hijos de esta tierra que le vio nacer; la noble y grande sangre de los herederos de aquel gran rey llamado Jaime I de Aragón y de valencia, el de las más grandes y bellas páginas de nuestra historia. Vimos empuñas a don Luís el timón, y cuando todo parecía hundido para siempre, pudo salvar la gloriosa nave que heredó de sus antepasados.

Vidi. Ví... y, ¡que vio!. Germinó su idea y supo plasmarla en piedra dura, una nave más sólida, más al venir de los tiempos. Idea que nadie puede arrebatársela. Sueño en realidad construido, pujante, moderno; casi una bandera de líneas flotantes al viento y besando al cielo, joyero donde se encierra la que hemos sabido honrar desde pequeños a nuestra querida Alzira.

Vinci. Venció, pese a todo. Venció toda clase de inconvenientes. Supo acallar siseos y trocarlos en alabanzas. Si tuvo días y noches amargas y de incertidumbre, también salió airoso con ayuda de Dios, de la Verge de Lluch y de los Santos Patronos de Alzira, que hicieron posible la realidad de sus sueños.Al recibirlo en la parroquia de Santa Catalina, el día de su entierro, el párroco, Juan Piris, decía: «No comparece en solitario, no podría, no sería justo quien ha dado tanto en vida, se presente ahora en solitario. Señor, no va sólo, sus obras le acompañan. «Por sus frutos los conoceréis». Al Excmo, Sr. don Luís Suñer Sanchis, en la conmemoración del veinticinco aniversario de su fallecimiento, con emocionado recuerdo.

Compartir el artículo

stats