El Ayuntamiento de Alzira mostró ayer en el pleno municipal su repulsa el acuerdo entre los países de la UE y Turquía aprobado por los jefes de Estado y que prevé la deportación de miles de personas refugiadas, así como el cierre de las fronteras en los Balcanes. El consistorio se adhiere a las convocatorias de rechazo organizadas por los movimientos sociales, sindicatos y partidos y se reafirma como ciudad de acogida.