El número de abortos practicado a mujeres residentes en la Ribera ha descendido casi un 70 % en cinco años, en base a los últimos datos publicados por el Servicio de Estudios Epidemiológicos y Estadísticas Sanitarias de la Conselleria de Sanitat Universal, que computa en 2014 un total de 156 interrupciones voluntarias del embarazado (IVE), la cifra más baja en los últimos tres lustros. Esta secuencia histórica marcó en el año 2009 una cifra récord con 510 abortos y, desde entonces, encadena ya cinco años de descensos consecutivos. Los 156 abortos notificados de mujeres del Departamento de Salud de la Ribera representan el 1,9 % de los 8.140 practicados en el conjunto de la Comunitat Valenciana ese año.
Se da la circunstancia de que tanto en el ámbito autonómico como en el estatal se ha producido en los últimos años un descenso progresivo del número de interrupciones voluntarias de embarazos que es incluso más pronunciado en la Ribera. De hecho, una comparativa con el año anterior permite constatar que mientras en el conjunto de la comunidad autónoma el descenso es del 12 %, en la comarca de la Ribera supera el 21,5 %. Cabe señalar que la estadística autonómica refleja seis años consecutivos de descensos, como ya in
formó Levante-EMV. El número de abortos se redujo en 2014 en todos los departamentos de salud salvo en los de Gandia y Xàtiva-Ontinyent.
Los datos relativos al área de la Ribera reflejan que se trata de una de las dos comarcas en que las mujeres acudieron de forma mayoritaria a clínicas privadas. En concreto, en base a las estadísticas publicadas por la conselleria, 84 interrupciones de embarazos se realizaron sin financiación pública, lo que representa casi el 54 % de todas las practicadas -un porcentaje que sólo supera el área de Xàtiva-Ontinyent con el 73,7 %- mientras que el 56 % restante sí fueron costeadas por el sistema de salud bien por haberse realizado en hospitales públicos o en centros privados con los que se ha establecido un concierto. Cabe señalar que, en el cómputo global, el 89,4 % de todos los abortos que contabiliza la conselleria se realizaron en centros privados aunque, de forma mayoritaria, las mujeres acudieron a informarse a un centro sanitario público (66,7 %).
Por lo que respecta a la nacionalidad, un 80,8 % de las mujeres que solicitaron la interrupción voluntaria del embarazo eran españolas mientras que el 19,2 % restante, 30 casos en total, eran extranjeras, un porcentaje inferior a la media autonómica cifrada en el 30,2 % mientras que en áreas turísticas como Torrevieja, la Marina Baixa o Vinaròs el porcentaje de mujeres extranjeras se sitúa por encima del 45 %.
Los datos globales reflejan que la gran mayoría de las 8.140 interrupciones voluntarias de embarazos registradas en la Comunitat Valenciana se realizaron a petición de la mujer (94,1 %), mientras que en un 1,6 % de los casos se realizaron al existir un riesgo para la madre, en un 3,9 % por un riesgo de graves anomalías en el feto y en un 0,3 % por anomalías fetales graves incurables. Por edades, la estadística muestran que un 12,1 % de los abortos se practicaron a jóvenes menores de 19 años, mientras que los siguientes tramos de edad entre los 20 y los 34 años presentan porcentajes de entre el 20 y el 21 %. Por otra parte, más de la mitad de las mujeres que decidieron interrumpir su embarazo (52,1%) convivían en pareja, mientras que únicamente un 15,6 % vivían sólas y un 29,1 % residían con sus padres u otros familiares. Casi la mitad de los casos, un 49 %, carecía de ingresos propios.
Por formación académica, únicamente aumenta ligeramente el número de abortos practicado entre mujeres con títulos universitarios, mientra que el grupo más numeroso lo integran aquellas que concluyeron la Secundaria con un 33 % y el Bachillerato o Formación Profesional (27 %). Los casos de mujeres sin ningún tipo de estudios apenas representa el 0,9 % del total y no llega al 20 % las que únicamente completaron estudios de primer grado.
Respecto a la situación laboral, el grupo mayoritario (43,1 %) responde a mujeres que trabajan por cuenta ajena seguido por el de desempleadas o mujeres que buscan el primer empleo, que representan el 26,3 %. Si se tiene en cuenta en este colectivo a aquellas que realizan un trabajo doméstico no remunerado el porcentaje se eleva hasta 34,5 %, mientras que un 14,2 % de los casos corresponden a estudiantes.
