Un pack de pipas que sea a su vez contenedor de semillas y recogedor de las cáscaras, buscando así una nueva forma de consumir de manera sostenible y responsable con el entorno. Con dicho objetivo la empresa de Alzira Grefusa participó en la VII Edición de los Premios de Diseño y Sostenibilidad del Envase y el Embalaje de la Comunidad Valenciana, una iniciativa que retó a los jóvenes estudiantes de las universidades españolas de diseño técnico e industrial a innovar para conseguir envases más respetuosos con el medio ambiente.

Ahora se conocen los ganadores. El proyecto ganador lo presentaron los alumnos Ángela Valle y Antonio Sánchez Garrido, estudiantes de cuarto curso de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid, una propuesta que Grefusa valoró de forma muy positiva por su solución original, innovadora y sostenible, tanto en diseño como en conceptualización. Sorprendió también positivamente la propuesta realizada por los alumnos Irene Leal y Javier Amat, quienes obtuvieron segundo y tercer premio, respectivamente.

La compañía alcanzó el mayor número de estudiantes inscritos en esta nueva edición, la cual superó por primera vez los 9.000 participantes, siendo la empresa ribereña la que ostentó mayor número de proyectos presentados. Desde hace seis años, convocan dichos premios dirigidos a estudiantes o recién titulados con el objetivo de fomentar la innovación, el diseño y la sostenibilidad en el sector, al tiempo que buscan reforzar el vínculo entre el mundo empresarial y el universitario.

La compañía de alimentación de Alzira apuesta constantemente por la innovación y por ello se expande por las redes sociales para conocer las últimas necesidades de los consumidores. Los premios organizados por el Cluster de Innovación del Envase y Embalaje de la Comunitat Valenciana premiaron recientemente a la empresa ribereña, que utiliza el certamen como vía para obtener ideas nuevas e innovadoras junto al consumidor. La fabricante de frutos secos y snacks de cereales entiende que la innovación es necesaria en un mercado plagado de productos variados y por ello se aproxima a los clientes de sus recursos alimentarios para conocer sus gustos o necesidades. El envase que recoge las pipas es el último grito.