El Ayuntamiento de Sueca ha recomendado a los vecinos de la zona marítima comprendida entre el Mareny de Barraquetes hasta el Mareny Blau que no utilizan el agua del grifo para beber ni cocinar por la turbidez que presenta el caudal como consecuencia de una avería, según avanzó ayer Levante-EMV.

La situación se debe a la reciente sustitución de la bomba del pozo del instituto que había sufrido una avería irreparable. Tanto las autoridades sanitarias como la empresa pública concesionaria del suministro, Aigües i Sanejament de Sueca, recomendaron al ayuntamiento no utilizar el agua procedente del pozo para cocinar ni beber mientras mantenga este aspecto turbio. El agua está debidamente clorada, a pesar de que no es recomendable ingerirla.

La bomba sumergida que extrae el líquido sufrió una avería irreparable y el pasado jueves fue sustituida por una nueva que succiona 4.500 litros por minuto y consume un 30 por ciento menos de energía eléctrica, conforme avanzó ayer este periódico.

El personal técnico de Aigües i Sanejament de Sueca ha explicado que al ser nueva, la instalación aspira más agua «y quizás este sea el motivo por el que arrastra una mayor cantidad de sólidos». Para solventar la situación se ha reducido la velocidad de trabajo de la nueva bomba y se ha detectado ya una «ligera mejoría» en el estado del agua.

La empresa concesionaria habrá de modificar las condiciones de funcionamiento del pozo para reducir el aspecto turbio del agua. Durante la semana pasada, mientras duró la instalación, la zona costera fue abastecida desde otro pozo de Sueca y, por este motivo, el agua llegaba con menos presión, a pesar de que no ha fallado en ningún momento el servicio.

La concejala de Servicios Municipales y responsable de Aigües i Sanejament de Sueca, Pilar Moncho, ha señalado que tanto el fontanero de guardia como el ingeniero de la empresa responsable del suministro son conocedores del tema y trabajan revisando la instalación. Moncho ha asegurado que se están efectuando análisis diarios del agua para comprobar la evolución de su estado y que se informará de manera puntual a los usuarios hasta que sea de nuevo apta para consumirla. La previsión es que todo pueda volver a la normalidad a lo largo de la semana.