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El Consell admite descoordinación entre el hospital y las ambulancias

Sanitat ha realizado un estudio tras las quejas de los pacientes en tratamiento de hemodiálisis

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La Conselleria de Sanitat mantendrá el contrato del servicio de ambulancias del Hospital de la Ribera al «no apreciar negligencias, incumplimientos graves, ni errores de procedimiento que justifiquen su revisión global». Pese a todo, reconoce que existe un cierto grado de descordinación entre el centro hospitalario y la empresa gestora. Para ello, se ha realizado un estudio para comprobar el funcionamiento de la prestación. Se decidió analizar la prestación a partir de la denuncia efectuada el pasado mes de enero por la diputada de Compromís y alcaldesa de Carlet, María Josep Ortega. La munícipe recogió las quejas de los usuarios que denunciaban las deficiencias de los usuarios del sistema de transporte, principalmente de pacientes que se sometían a tratamiento de hemodiálisis.

El área que dirige Carmen Montón ha sometido a estudio el servicio que presta la empresa de ambulancias a los usuarios del Hospital de la Ribera. A su conclusión, alega que no es necesario modificar el contrato por diferentes motivos. El primero de ellos hace referencia al tiempo de espera y recogida de los pacientes. Según la conselleria, «son mucho menores de lo que se denunció, por lo que entendemos que el incidente descrito se pudo deber a un hecho puntual».

El mencionado percance lo relató la alcaldesa de Carlet, quien explicó que una misma ambulancia «recogía a varios enfermos desde las 12,30 horas y no terminaba el servicio de recogida por la comarca hasta que llegaba al hospital a las 14,30 horas. A su vez, Ortega lamentó el «trato inhumano» que se ofrecía a los enfermos que recibían tratamiento de diálisis.

Una serie de deficiencias

El estudio realizado por la Conselleria de Sanitat ha servido, también, para detectar algunas deficiencias en este servicio. «Se ha apreciado una descoordinación entre la unidad de hemodiálisis del hospital y la empresa responsable del transporte», admite el informe. Según ha manifestado Montón, se contemplan estas anomalías «concretamente entre el momento en que se realiza el tratamiento y la hora de regreso al domicilio de toda la expedición de pacientes».

Al respecto, la responsable de Sanitat en el Consell ha relatado el ejemplo de un paciente que por la «mala combinación del turno de diálisis y su estado de saludo tenía graves problemas de saluda, ya que antes de sus sesión no podía comer nada y tenía que esperar a que finalizara el último paciente de su ambulancia para poder regresar de nuevo a su domicilio». La consellera ha indicado que este problema se solucionó cambiándole el turno.

Los conductores de vestidores

Otro de los aspectos que ha revelado el estudio de la conselleria es «la falta de medios y personal» en la unidad de hemodiálisis, «especialmente de sillas de ruedas». Según Carmen Montón, «habitualmente son los conductores de la ambulancia los que van a buscar sillas en otras dependencias del hospital e incluso ayudan a los pacientes a vestirse cuando acaba su sesión». Tras conocer estos detalles y defectos, «se han introducido mejoras en el servicio para adecuar el tiempo de espera de los pacientes sometidos a hemodiálisis», ha expresado el área de Salud del Consell.

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