Un molesto olor a plástico quemado aún invade casi cada noche, cuando cambia el aire, las calles de Benimuslem. Son los coletazos del incendio que hace ya diez días destruyó las naves de una empresa de reciclaje de plásticos. Los bomberos dieron por extinguido el fuego hace justo una semana, aunque en los últimos días aún se han visto rescoldos, pequeñas llamas y algo de humo, producto de las balas de plástico que se iban consumiendo. Las autoridades municipales esperaban que ayer quedara «totalmente extinguido», según comentó la alcaldesa, Mª Antonia Vilar.
Con los restos todavía humeantes, el debate sobre la presencia de esta empresa tan próxima al núcleo urbano llegó al pleno. Los concejales del PP preguntaron si la firma que ocupaba las naves contaba con licencia de actividad y, de la respuesta que ofreció la alcaldesa, deducen que no. «Nos dijo que estaba en trámite y creemos que no la tiene porque, por ley, no la puede tener», comentó ayer el concejal popular Ramón Pascual, mientras señalaba que las naves destruidas se encuentran a apenas 50 metros del casco urbano. «La alcaldesa tiene que saber qué empresas hay en el polígono, no puede echar balones fuera, porque ha podido pasar algo muy grave. Hemos tenido mucha suerte», incidió en alusión a que las condiciones meteorológica habían propiciado que el denso humo negro no envolviera el casco urbano. Tanto Pascual como su compañero José Folqués indicaron que la empresa llevaba un par de años en el polígono. Folqués también criticó que la reacción del ayuntamiento para alertar del peligro a los vecinos no fue la adecuada. «Lo mínimo posible», agregó Pascual.
Mª Antonia Vilar, por su parte, admitió que la empresa no tenía la licencia de actividad «en regla» ya que, según expuso, el expediente incoado cuando la solicitó no está concluido. «No es que no tenga licencia, la solicitó, se inicia un expediente y se le dan unos permisos, pero tiene que presentar la documentación que se le requiere», intentó explicar la alcaldesa, al tiempo que emplazaba al momento en que no quede rastro del incendio «para ver las consecuencias legales de si todo está en regla o falta algo» y dijo que, en última instancia, «el propietario tendrá que responder, eso está claro». Vilar defendió la información facilitada por las redes sociales y el boca a boca el día del incendio y subrayó que las mediciones realizadas por la conselleria tras el incendio no han detectado toxicidad en el ambiente.
