El Partido Popular de Alzira lamenta que el Consell descartara el proyecto de desdoblamiento de la Avenida de la Ribera. El plan, promovido por el anterior gobierno autonómico del PP, salió a licitación en su primera fase por algo más de 2,5 millones, abarcando tan sólo 600 metros del tramo que une Carcaixent y Alzira. La nueva Conselleria de Obras Públicas lo aparcó hace algo más de un año, en parte motivada por las críticas de la administración alcireña -ya encabezada por el tripartito- que consideró su ejecución «cara e innecesaria».

Los populares han manifestado que la pérdida de este proyecto «acaba con la oportunidad de poder disfrutar de un bulevar entre Alzira y Carcaixent de zona peatonal de tres metros de anchura» y, a su vez, han calificado como «una de las primeras barbaridades urbanísticas del tripartito alcireño» su rechazo a esta infraestructura. Según la formación conservadora, «se ha dejado desamparada a la gran cantidad de gente que a diario transita por un carril rural y un carril bici, con el consiguiente peligro que ello representa».

En este sentido, el Partido Popular ha destacado la relevancia que tiene el lugar para los vecinos de ambas localidades: «Esta zona de nueva expansión que cada vez es más transitada por la gente como zona de esparcimiento, se convierte en un peligro para las personas puesto que suelen ir en grupos y están transitando por un carril para bicicletas o un camino rural y lo peor es que no hay expectativas de mejora en un futuro inmediato».

Además, el PP de la capital de la Ribera Alta ha reclamado que se recupere este proyecto, no sin antes criticar la gestión del actual gobierno: «El tripartito alcireño dio muerte a este proyecto, que era una demanda de los usuarios, por el simple capricho de haber sido una obra que el PP había decidido emprender. Por eso, apelamos al sentido común y de responsabilidad para que nuestros gobernantes recuperen esta obra y los usuarios, principalmente de Alzira y Carcagente, disfruten de ese bulevar como lo hacen la mayoría de los pueblos».

Cabe recordar que el proyecto salió a licitación a principios de 2015, cuando era consellera de Infraestructuras Isabel Bonig, pero quedó aparcado meses después tras el cambio de gobierno a nivel local y autonómico. Por aquel entonces, Alzira reclamó una ruta verde mientras que Carcaixent lamentó que no se le consultara antes del descarte.