El proyecto costó diez años de preparar, tras tener los estudios de impacto ambiental, arqueológicos y contar con el consenso de administraciones y grupos ecologistas. Pretendía la construcción de una segunda mota más cercana al cauce y paralela al pueblo que evitara la inundación de la zona del casco urbano más próxima al puente. «El muro liberaba zonas que el Patricova define como en riesgo de inundación», señala Moragues. También se quería anular una de las acequias, la cual suponía una de las principales vías de anegación en caso de avenida del río, y configurar un parque fluvial con bosque de Ribera que ayudara a la protección del municipio como barrera y que, además, sirviera para albergar rutas o potenciar actividades en el Xúquer como la pesca o el piragüismo.
Esta segunda mota se construiría con una altura similar a la que ya existe en Albalat de poco más de dos metros. «No podíamos levantar un muro de cinco metros, porque entonces le trasladaríamos el problema a Polinyà y Riola, pero sí reforzar la defensa del casco urbano y dejar que, si el río se desborde, lo haga por el término», indica Ferrando. En este aspecto, el exalcalde socialista insiste en la necesidad de hacer caso al Patricova y no construir en el término, porque «el día que se desborde el río y se inunden estas viviendas los propietarios pedirán responsabilidades cuando la realidad es que no se puede construir». Cuando se planteó el proyecto, se habló incluso de aprovechar las expropiaciones y las obras para construir una circunvalación que evitara el tráfico de vehículos por dentro del municipio. Sin embargo, esto se desestimó al tratarse de fondos para realizar exclusivamente actuaciones medioambientales y de defensa.
La primera idea de la CHJ
Anteriormente al proyecto aprobado por consenso, la CHJ elevó una propuesta que fue paralizada por la sociedad albalatera. Se trataba de una obra durísima y sin medidas medioambientales que consistía en abrir dos diques de 400 metros antes y después del municipio para que, cuando el río llevara exceso de caudal, se desbordara por el término y evitara la inundación del casco urbano, dirigiéndose el agua hacia la Albufera. «La CHJ llegó a aprobar la actuación, pero por suerte no se llegó a realizar gracias a la movilización de la administración y los vecinos de Albalat», añade Ferrando.
A la conferencia asistieron un buen número de vecinos interesados en una de las reivindicaciones históricas de Albalat como la de la construcción de la segunda mota, así como miembros de la corporación municipal y regantes, quienes realizaron una serie de preguntas que Moragues contestó. La charla estuvo organizada por el PSPV y es la primera ponencia de un ciclo que el grupo municipal pretende llevar a cabo en los próximos meses y que girará en torno a diferentes problemas que afectan a la sociedad valenciana.
