? Nueve cursos consecutivos en barracones dan para mucho. Incluso para sufrir el desgaste de las aulas prefabricadas. «Claro que hay ganas de ocupar el nuevo colegio, de los alumnos, los padres y los maestros imagino que también porque no es lo mismo trabajar en barracones que en una escuela a estrenar con las últimas tecnologías», explicó el alcalde de Montserrat.
Cabe recordar que esta larga etapa en aulas prefabricadas ha provocado algunos problemas como las repetidas goteras o la situación especialmente crítica vivida a mediados de 2013 cuando empezaron a ceder los soportes de madera sobre los que se apoyaban los barracones como consecuencia de las lluvias. La conselleria ha tenido que ir corrigiendo estas deficiencias y, en este caso, tuvo que construir una cimentación.
