La celebración de la noche de Sant Joan dejó sobre las playas de Cullera y Sueca un total de 20 toneladas de basura. En concreto, se recogieron de la costa cullerense 14.000 kilos, 3,6 toneladas más que el año pasado, y unos 6.000 kilos de la suecana, que redujo en 2 toneladas los desechos acopiados. A primera hora de la mañana las playas de las dos poblaciones estaban ya listas para su uso gracias al esfuerzo de los servicios de limpieza de ambas poblaciones.

El aumento de los despojos recogidos en Cullera se debe a la mayor afluencia de visitantes. El alcalde, Jordi Mayor, y el concejal de playas, Salvador Tortajada, estuvieron desde las 7.00 horas a pie de playa en Sant Antoni para supervisando personalmente las labores. Precisamente, es en este tramo se concentraron la mayor parte de los residuos al ser el punto que congrega a más asistentes. El ayuntamiento había delimitado las hogueras a la zona de la bahía entre los edificios Arensol y el Hotel Sicania. La medida, aunque no siempre se respetó, dio buen resultado ya que el trabajo para los operarios resultó más ágil y efectivo.

El consistorio se mostró satisfecho con el trascurso de la noche, pues los participantes en la fiesta demostraron en su inmensa mayoría un gran civismo y respeto por los entornos naturales protegidos y la celebración se saldó con menos intoxicaciones etílicas. En total, 7 frente a las 8 del año pasado y las 20 de 2015. La policía solo tuvo que intervenir en dos peleas de carácter menor, en la detención del autor de un intento de robo en un club social y en la identificación de los autores de un acto vandálico. También se impusieron dos denuncias por alteración del orden público.

En lo que respecta a Sueca, las playas vivieron una noche tranquila y más participativa que en ediciones anteriores pese a las dos toneladas de basura menos que se recogieron respecto a 2016. Desde el ayuntamiento se valora positivamente esta cifra que se debe, entre otras cosas, al uso de leña ecológica que deja menos residuos. La mayor aglomeración de desechos se produjo en la zona de Les Palmeretes, donde se concentró la mayor oferta nocturna de ocio.