«La gente piensa que tirando la cadena desaparece todo, que se desintegra, y se ha habituado a tirar de todo por el váter». Los atascos kilométricos provocados por las toallitas higiénicas en colectores de València han puesto el foco en un problema que se ha generalizado, aunque no en todas las ciudades se ha llegado a esos extremos. El gerente de Extracciones Mar-Mi, la empresa alcireña especializada en la limpieza de tuberías, bajantes y desagües que opera en los principales municipios de la Ribera Alta, asegura que en algunos pueblos se ha llegado a encontrar atascos de entre 25 y 50 metros, aunque destaca que los trabajos de mantenimiento que se realizan de forma periódica evitan colapsos mayores.

La retirada de toallitas es una situación con la que los operarios de la empresa se encuentran casi a diario aunque, según subraya Paco Martí, «éstas son sólo el 60 o 70 % del problema, el resto son elementos grasos porque la gente también tira aceite e incluso el caldo del puchero que, como es líquido, lo arrojan al inodoro y nos hemos encontrado huesos de pollo e incluso de tuétano», incide el gerente de esta empresa de extracciones.

«Trabajamos en el sector desde hace 25 años. Al principio se veía algo, pero últimamente es de escándalo», incide Paco Martí, mientras relata que la gente no sólo tira toallitas sino también compresas e incluso pañales de recién nacido y todo tipo de productos de carácter íntimo y de higiene personal, y destaca que en aquellas comunidades de vecinos con mayor volumen de gente joven «la problemática es mayor porque no hay una concienciación». «La gente más mayor tenía la concepción de que no tenía que tirar nada, pero hoy en día lo tiran todo», comenta.

El trabajo de las cubas de extracción se topa habitualmente con estos atascos que en ocasiones colapsan la propia cuba y obligan a descargar toda la celulosa extraída en un contenedor mientra que, otras veces, las mangueras no pueden aspirar las toallitas y los operarios tratan de romper estos bloques para extraerlos después con ganchos.

Paco Martí, no obstante, defiende que tapones kilométricos como los detectados en colectores de València no se han producido en los municipios de la Ribera y destaca que la empresa Aguas de València, encargada de la gestión de la red de agua y alcantarillado en muchas localidades, entre ellas Alzira, «desde hace catorce o quince años realiza una planificación con unos trabajos de limpieza periódicos que evitan que esto ocurra».

El empresario asegura tener una solución a este problema «fácil y con un coste asumible», aunque declinó desvelarla.