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Alzira compra la gasolinera que registró fugas y asume la obligación de descontaminar

El tripartito alcanza un acuerdo con la familia de la exdirectora general Mónica Cucarella y proclama que resuelve un problema que se arrastra 15 años

El Ayuntamiento de Alzira anunció ayer que ha alcanzado un acuerdo verbal para comprar la estación de servicio ubicada en la avenida Luis Suñer, en pleno centro urbano, propiedad de la familia de la exdirectora general de Internacionalización Mónica Cucarella, que fue destituida de este cargo porque la Conselleria de Transparencia apreció incompatibilidades al figurar como apoderada de la gasolinera, una vinculación empresarial que no había hecho constar en su declaración de bienes. Con la transacción, el consistorio no sólo adquiere la parcela, sino también la obligación de desmantelar la industria, que lleva más de dos años cerrada, y descontaminar el suelo, una actuación pendiente tras las fugas de hidrocarburos que registraron los depósitos años atrás.

El concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, explicó ayer que el ayuntamiento ha alcanzado un acuerdo de compraventa que se divide en dos partes. Por un lado, la transacción por los terrenos y, por otro, el coste del proceso de desmantelamiento y descontaminación del suelo, aunque el edil alcireño no quiso desvelar el importe de la operación.

Cabe recordar, no obstante, que la conselleria llegó a estimar en torno a 180.000 euros el desembolso que requeriría la descontaminación de la parcela, si bien el edil argumentó ayer que se trata de un precio orientativo, ya que se basa en un presupuesto realizado en 2008.

Pascual, por otra parte, defendió que con la compraventa de la gasolinera se pondrá fin a un problema que se arrastra desde hace más de quince años. Cabe recordar que fue en 2002 cuando la céntrica estación de servicio registró fugas de hidrocarburos. Tras las protestas vecinales y la constatación de las pérdidas en los depósitos, el ayuntamiento cerró la estación de servicio. Se abrió, entonces, un largo proceso de juicios y reclamaciones. La empresa exigió en los juzgados una indemnización al considerar que existía un lucro cesante mientras que el Consell le emplazaba a que descontaminara el lugar.

La gasolinera cerró en verano de 2015. El dueño colgó un cartel en el que anunciaba un cierre temporal por vacaciones, pero nunca ha vuelto a abrir. La empresa tardó más de un año en anunciar su clausura. Hace apenas unos meses, el consistorio retiró la licencia de actividad a la estación de servicio, ya que sobrepasaba el límite de inactividad de dos años.

Durante todo este tiempo, el Consell planteó la posibilidad de hacerse cargo de desmantelar y limpiar el suelo contaminado. No obstante, dicha labor recaerá ahora en el Ayuntamiento de Alzira, que adquirirá esa obligación en cuando sea el dueño.

Una vez finalice el proceso, «este espacio dignificará el entorno de una de las avenidas principales de la ciudad», defendió ayer Fernando Pascual. El objetivo del consistorio es que en 2018, entre todo el vecindario, se decida qué tipo de proyecto se lleva a cabo en dicho solar: una plaza, un espacio verde o juegos infantiles son algunas de las opciones que se podrían realizar.

«El equipo de gobierno quiere transmitir que estamos satisfechos de resolver un problema que han sufrido los vecinos durante muchos años, con los olores de los hidrocarburos y por la contaminación del suelo», sentenció el edil.

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