¿Por qué este libro y en este momento en que la adolescencia está teniendo un papel tan determinante en la sociedad?

Por dos razones fundamentales. Primero porque hay una demanda real de los padres. Durante los cinco años que llevo aquí, la pregunta más repetida en mi despacho ha sido «¿qué hago con mi hijo adolescente?». Viene mucha gente desorientada sin saber qué hacer. Como psicólogo he detectado que hace falta dar una respuesta. Nace por esa demanda y porque el adolescente está en un ambiente social de mucha presión. Tengo que decir que el adolescente es un ser maravilloso. No es un ser problemático, ni apocalíptico. Tiene mucho potencial, pero la cultura se ha diseñado para «patologizar» al adolescente.

¿Cómo define la adolescencia?

Como una etapa de la vida de muchas posibilidades, de mucha riqueza «experiencial», de mucho positivismo y de mucho potencial, tanto intelectual como emocional. La adolescencia es un periodo álgido de la vida. Es donde se diseña el yo futuro. Hay que saber afrontarla.

¿Qué tipo de consejos recoge?

Desmonta la idea de la adolescencia negativa y, a partir de ahí, se hace un viaje. No entro en debate con ningún autor, pero no comparto títulos como «Socorro, tengo un hijo adolescente» o «Tiembla que llega la adolescencia». Les digo a los padres que no se asusten.

¿Qué casos ha experimentado usted en el centro?

He tenido casos de problemas de aprendizaje, de rendimiento, de timidez, de integración social. El trasfondo siempre es el mismo: la parte emocional. El libro está muy enfocado a eso. Somos analfabetos en ese aspecto, enseñamos Matemáticas, Biología o Historia, pero no se trabajan las emociones.

El trabajo que desarrolla, ¿le ha servido para inspirarse?

Por supuesto. Además, he sido maestro y eso también me ha dado mucha experiencia. Este sitio me ha propiciado la motivación. He visto a muchos alumnos sufrir emocionalmente y también a muchos padres llegar aquí desesperados. La obra es una guía práctica, un libro que es consumible y hace la psicología asumible para el lector.

¿Qué papel juegan los padres en la adolescencia?

Su figura es fundamental, porque la forma en que ellos afronten la adolescencia, sus hijos la van a reproducir en un futuro. El adolescente mira mucho cómo actúa su padre o su madre. Aquí aparecen las famosas neuronas espejo. Imitan aquello que ven. También es importante la forma en la que los padres resuelven conflictos. Ellos viven con una gran presión externa, debido al trabajo y otras preocupaciones, pero deberían tener tiempo para hacer un ejercicio de análisis emocional, de cómo relacionarse ante un adolescente, de cómo controlar las emociones. Si se hace bien este punto, se podrá prevenir un conflicto. Los padres tienen que esa capacidad.

¿Qué destacaría del libro?

Que es posible viajar con un adolescente. Que se pueden afrontar los conflictos a una distancia adecuada. No pasa por anularlos. No hay que meterse en su vida pero sí estar en su vida. La rana cuando se pone en un barreño con agua hirviendo, no nota los cambios de temperatura. Solo cuando ya se ha quemado. El libro quiere detectar esos pequeños pasos antes de llegar al extremo. Es una obra que trata de explicar toda la adolescencia desde la inteligencia emocional.

¿Cuál es el objetivo final?

Abrir caminos, abrir puertas, «positivar» la existencia y sobre todo, conectar con el adolescente. Que se sepa valorar su identidad.