Almussafes es el paraíso del empleo y de la vida. A fecha de hoy, es el único municipio de la Ribera que gana población año tras año. Un indicador del bienestar social y la calidad de vida que caracteriza a la población.

Las numerosas ayudas y subvenciones, la baja tasa de desempleo y el alto nivel de servicios públicos, son los tres grandes atractivos a la hora de elegir Almussafes como lugar de residencia. Los datos lo demuestran. Según las cifras que ha publicado recientemente el Instituto Nacional de Estadística, la población ribereña contaba con 8.914 habitantes, sitándola muy cerca de alcanzar los 9.000 empadronados.

Durante las últimas dos décadas, tan solo ha sufrido una disminución poblacional en el año 2001, cuando se produjo una recesión que tuvo como consecuencia una pérdida de 34 habitantes. «Almussafes es el pueblo con la renta per cápita más elevada de la autonomía, un registro que avala su enorme atractivo como destino residencial», comentó el alcalde de la localidad, Toni González, quien destacó el elevado nivel de servicios públicos ofrecido por el consistorio para lograr una buena calidad de vida y el hecho de que su tasa de paro no supere el 7 %.

Los ingresos obtenidos gracias a la factoría Ford y los polígonos industriales les permiten disponer de un presupuesto municipal que asciende a 15,3 millones de euros y por tanto, de un nivel de servicios públicos excepcional, además de un amplio abanico de subvenciones y ayudas. «El peso industrial de nuestra localidad y la gran apuesta por las políticas de generación de empleo, en las que invertimos anualmente más de un millón de euros y que como consecuencia posicionan a nuestro municipio con una tasa de paro mucho menor a la media nacional, son las principales premisas que han contribuido al bienestar del que disfruta nuestro vecindario», aseguró González.

Puntos de inflexión

Sin duda, la llegada de Ford a la población en 1976 y la inauguración del polígono Industrial Juan Carlos I en octubre del año 1996 han marcado la trayectoria ascendente de la población a nivel económico y, en consecuencia, también a nivel demográfico. Sin embargo, desde los años noventa, el incremento poblacional se ha ido produciendo de manera paulatina, sumando entre unos 50 y 150 habitantes por año.

Los datos recogidos por el INE revelan que Almussafes se ha convertido en el único municipio de la Ribera que desde el año 2001 no ha perdido población ningún año. Un lugar que crece a pasos agigantados y a un ritmo frenético.