Amigos y familiares de Andrea Mengual han convertido el lugar donde se produjo el accidente en un punto de peregrinación diaria. Las flores frescas no faltan y se amontonan junto a las fotografías y mensajes de recuerdo que ha dejado el círculo más íntimo de amigos de la malograda joven. El respetuoso silencio se rompe en ocasiones por el llanto de algunos asistentes que regresan todos los días, sin excepción, para rendir un homenaje a la fallecida.