n La calma y la tranquilidad del silencio son unas virtudes que algunos no pueden disfrutar tanto como desearían. La apuesta por unas políticas más medioambientales por parte de los llamados gobiernos del cambio se encamina hacia una reducción de la contaminación en todos sus ámbitos, incluida la acústica. Pero eso no evita que, a diario, una gran cantidad de personas sufran sus consecuencias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado en 70 decibelios (dB) el límite máximo deseable. En España se establece como nivel de confort acústico los 55 dB. Por encima de este nivel, el sonido resulta pernicioso para el descanso y la comunicación. Según los datos que maneja la Conselleria de Vertebración del Territorio, más de 10.000 personas de la Ribera están expuestas a un ruido superior a 55 dB debido al tráfico rodado de las carreteras. El eje que focaliza el problema es la CV-50, la principal vía de comunicación de la comarca (aparte de la autovía) ya que la recorre de norte a sur. Por ella llegan a circular más de 24.000 vehículos al día. En estos momentos, según refleja un informe de la Generalitat, su red de carreteras en la comarca carece de protecciones acústicas.
El ruido de la CV-41 y la CV-550
Asimismo, los 8,3 kilómetros de la CV-41 entre Alzira y la Pobla Llarga también registran problemas en lo que a contaminación acústica se refiere. Por este vial circulan cada día entre 10.000 y 12.000 vehículos. Si bien la Generalitat no detecta edificios calificados como sensibles, sí contabiliza unas 400 personas que se ven afectadas por un ruido que excede los 55 dB.
Otra de las carreteras con problemas de ruido es la CV-550, que conecta Alzira con Benimuslem. Por sus casi cinco kilómetros circulan algo más de 10.000 vehículos al día. Aunque la cifra es inferior a la de la CV-50, la Generalitat detecta alrededor de 250 personas que se exponen a un ruido superior a los 55 dB. En esta pequeña localidad se contabilizan tres edificios sensibles: el colegio, la escuela infantil y el centro de salud. Otro tramo con problemas sonoros es la CV-500, concretamente entre Sueca y Les Palmeres. A lo largo de su kilómetro de longitud circulan de media 8.633 vehículos al día. Si bien en esta zona no hay edificios que se consideren sensibles, el tráfico afecta con un ruido por encima delos 55 dB a más de 270 personas.
La última de las carreteras con problemas de contaminación acústica es la CV-572, que une Alzira y Carcaixent desde la rotonda del bingo en la CV-50 hasta el centro comercial. Aunque es una zona eminentemente agrícola, el estudio de la Generalitat contabiliza algo más de medio centenar de personas que se exponen a un ruido por encima de los 55 dB. Por este vial circulan cada día una media de 12.584 vehículos.
