El Partido Popular quiere recuperar la hegemonía política con la que contaba antes de 2015 y para ello quiere empezar por los ayuntamientos, los núcleos más pequeños que ofrecen la base social que después reporta las victorias a nivel estatal. Tras su reciente elección, la nueva gestora comarcal del Partido Popular de la Ribera Alta celebró esta semana la primera asamblea. La nueva dirección estableció las líneas básicas de actuación que regirán sus políticas en los próximos meses, con vistas a las elecciones que se celebrarán a mediados del próximo año. La hoja de ruta que fue refrendada por todos los asistentes consiste en fiscalizar la gestión política de los pactos de izquierdas que gobiernan en los entes supramunicipales: Mancomunitat y Consorcio de Residuos, así como en la mayoría de los ayuntamientos. Además se crearon tres grupos de trabajo en aquellas áreas donde se considera que el PSOE y Compromís están incumpliendo sus promesas y perjudicando a la población de la Ribera: sanidad, educación y agricultura.

La gestora está encabezada por el concejal de Algemesí Antonio Saá tras el vacío de poder creado por la dimisión del que ejerció como presidente comarcal durante los últimos trece años, Rafael Soler. La gestora confeccionada por la dirección del PP está integrada por dos jóvenes valores del partido, como el alcalde de Gavarda, Vicent Mompó, y el edil alcireño José Andrés Hernández, junto a otros políticos más veteranos como el propio Saá, el concejal de Carcaixent Salvador Ferrer y la exalcaldesa de Montserrat Laura Sanjuán.

El objetivo del nuevo órgano de dirección comarcal del PP es realizar «desde una oposición responsable y constructiva, una fiscalización y denuncia de las actuaciones llevadas a cabo por los gobiernos mal llamados del cambio, que en tan sólo tres años han dinamitado estructuras básicas que hacían de nuestra comarca un territorio dinámico con gran proyección», afirmó el PP.