? Como tantos otros ríos mediterráneos, el Serpis, que nace en Alcoi de la confluencia de varios afluentes fluviales y desemboca en el Grau de Gandia, genera muchos intereses sobre sus aguas. Además de las demandas hídricas de los municipios, la mayor cantidad del caudal que se aprovecha por el hombre se destina al riego, cuya regulación en años secos se sitúa en el pantano de Beniarrés. Desde hace años, también se pide que el agua del río llegue hasta el mar de forma constante, preservando así su biodiversidad, mediante la fijación de un caudal ecológico. Combinar todos esos factores no va a resultar fácil en años secos, como el periodo de 2013 a 2016, una situación que seguramente el cambio climático acrecentará.