Unas 350 personas entre padres, niños y vecinos de la Font d'en Carròs se están concentrados esta mañana delante del colegio Francesc Carròs para protestar contra el mal estado que sufre el edificio desde hace décadas y para exigir a la Conselleria de Educación la construcción de un nuevo centro.

El detonante de esta protesta y lo que ha acabado con la paciencia de la comunidad educativa, ha sido la aparición de una grieta en una de las aulas del centro, lo que ha obligado a apuntalar el edificio y, por supuesto, a desalojar esa aula. Este daño se suma al pésimo estado de un edificio que arrastra deficiencias estructurales desde hace muchos años, además de acumular falta de espacio y otros problemas que están mermando la calidad educativa de los pequeños de la localidad.

Los concentrados han exigido a la conselleria un calendario "inmediato" para la construcción del nuevo centro y, según la presidenta del Ampa, Cristina Naranjo, la intención es que los niños no entren a clase en toda la semana a la espera de que el conseller responda a su llamada y vaya a la Font con buenas noticias. La representante de las madres y padres espera que Marzà responda a la llamada para solucionar lo que considera "es un problema de seguridad" que se registra en este centro escolar.