El problema de las toallitas húmedas, que no se degradan en contacto con el agua, ha llegado a Tavernes de la Valldigna. Hidraqua, que se encarga de la gestión del ciclo del agua, ha tenido que levantar parte de una calle para desatascar una tubería donde la acumulación de estos elementos había creado un colapso de importantes dimensiones.

Alrededor de 70 kilos de toallitas han sido retiradas en una actuación que ha tenido un coste para Hidraqua de más de 3.000 euros, además de las molestias generadas a los vecinos al tener que cortar la calle Ombría, una de las vías que da acceso al paseo Colon y a toda la zona residencial del Vergeret desde la CV-50.

Antes de perforar el asfalto, se utilizó un camión cuba para intentar deshacer el emboce, pero resultó imposible. Posteriormente, se efectuó una cata sobre el colector y se perforó extraer el material acumulado.

Según explicaron ayer a Levante-EMV fuentes de la empresa, este producto no solo atasca las tuberías, también se engancha en las estaciones de bombeo, a las que provocan serios daños. Hace unas semanas, Hidraqua se vio obligada a sustituir una de estas bombas, cuyo valor asciende a 2.400 euros.

El de la calle Ombria no ha sido un problema puntual en Tavernes. En los últimos meses se han producido atascos por esta misma causa en la estación de bombeo de aguas residuales ubicada en el paseo Colon debido a que son muchos usuarios los que lanzan este material al váter, algo que no se debe hacer.

Ante esta situación «y en previsión de daños mayores», «hemos incrementado los mantenimientos preventivos en este bombeo, planificando la retirada de las toallitas acumuladas y limpieza de la reja de desbaste con equipo hidroneumático». El coste de este seguimiento continuado de la red de aguas residuales del municipio es de 887 euros al mes.

Aunque no es la primera vez que las toallitas provocan problemas en el alcantarillado de Tavernes, hasta ahora no había sido necesario actuar de forma tan contundente, ya que incluso se ha tenido que levantar el firme para poder retirar el material.

El alcalde de Tavernes, Jordi Juan, pedía ayer «conciencia», porque «tavernes nos une a todos y todas y la tenemos que cuidar. El atasco por culpa de las toallitas ha provocado serios problemas en ciudades como València, donde su retirada de la red es constante.

Laura Gascón, gerente de Hidraqua en Tavernes, por su parte, aseguró que «los problemas que generan los vertidos inadecuados no solo generan mayores esfuerzos en el mantenimiento y costes, también un mal funcionamiento de los sistemas de evacuación de las aguas, lo que empeora el servicio que recibe el ciudadano».