Lluvia, nieve, viento y temperaturas muy bajas. La confluencia de todos estos meteoros en una sola jornada convirtió el día de ayer en uno de los más invernales de la presente temporada, sobretodo por la imagen que ofrecen las montañas tintadas de blanco. No fue una nevada intensa, pero sí alcanzó claramente los dos techos de la comarca. Por una parte el circo montañoso de la Safor, en Villalonga, y la cumbre del Mondúber, donde su presencia no molesta a nadie. Los únicos problemas se generaron en la carretera de la Llacuna a l´Orxa, que en algunos tramos discurre a 500 metros de altitud. Varios vehículos optaron por dar la vuelta ante el riesgo que presentaba su superficie nevada y las pronunciadas pendientes de esta vía.

Este segundo día de febrero, un mes que así cumple con sus características climáticas, dejó temperaturas que, en las zonas habitadas, no superaron los 10 grados en todo el día y que cayeron a los 3 durante la noche.

En cuanto a la lluvia, este nuevo episodio vuelve a ser positivo. Pausadamente, y con especial incidencia durante la noche, se acumularon hasta 56 litros por metro cuadrado (entre l´Atzúbia y Oliva), si bien en la mayor parte de la comarca el global se situó entre los 20 y los 30 litros.

Unido al episodio de lluvias del pasado domingo, ya son más de cien los litros caídos, llegándose a los 166 en la Drova de Barx durante los últimos nueve días. Salvo el peligro de heladas en los próximos días, hasta ahora todas estas situaciones pueden considerarse del todo positivas.