El invierno es un tiempo propicio para la lectura y la reflexión. Y la fiesta de los toros no constituye una excepción. Sobre todo en lo relacionado con la literatura taurina, ya que durante las últimas semanas están apareciendo una gran cantidad de obras con las que los aficionados puedan pasar el invierno y matar la afición, valga la expresión.
Valencia no constituye una excepción a esta realidad. De esta forma, y organizada por ASABAF, tuvo lugar la presentación del libro Tinta y Oro. En el mismo su autora, la periodista Noelia Jiménez, explicó el contenido de la obra, en la que se traza una sugestiva relación entre los pintores Goya, Zuloaga, Fortuny, Picasso, Roberto Domingo, Fernando Botero, Muñoz Degrain y José Ribera con toreros como José Tomás, Enrique Ponce, Joselito, César Rincón, Miguel Abellán, El Fundi, Juan Mora, Juan José Padilla, Antoñete, Frascuelo y El Cid.
Por otra parte, el próximo día 9 de diciembre la Casa de la Cultura de Sueca será escenario de la puesta de largo del libro titulado Ratón. En el mismo su autor, Paco Delgado, traza un amplio recorrido por la trayectoria de este astado, propiedad del que fuera matador de toros Gregorio de Jesús. Un toro sobre cuya figura se han vertido ríos de tinta a lo largo de este verano y cuya fama ha traspasado fronteras, sobre todo a raíz de su tercera víctima mortal, hecho acaecido en la plaza de Xátiva el día 13 de agosto. Asimismo, ya se encuentra en imprenta un nuevo volumen de la colección Letra y Toro que edita la Diputación de Valencia. En este caso se trata de una amplia recopilación de los escritos taurinos del psiquiatra Fernando Claramunt, autor de más de treinta obras de temática relacionada con el toreo. La edición ha corrido a cargo de Ricard Triviño.
Fuera ya de la Comunidad Valenciana, esta semana llegará a las librerías la obra Ramón Vila, de la que es autor el periodista sevillano Víctor García-Rayo. Editada por ABEC Editores, el libro narra la vida de este cirujano que ha permanecido más de tres décadas al frente del equipo médico de la plaza de Sevilla, y que tuvo que pasar por el trago de sufrir, en 1992, el fallecimiento en su enfermería de dos toreros como Manolo Montoliu y Ramón Soto Vargas. Y el pasado jueves Ediciones Bellaterra presentó en Barcelona el volumen Crónicas para un adiós. O no, de Paco March. El prólogo es de Luis Francisco Esplá y el epílogo de Fernando Bergamín. La obra es una selección de artículos taurinos publicados en diversos medios e ilustrado con fotografías de Alberto Faricle. Y en Francia ha aparecido Castella, un libro de fotografía del torero francés a cargo de la fotógrafa Olga Holguín, que está acompañado por textos de José Carlos Arévalo, Víctor Diusabá y Jacques Durand.
Y Almuzara ha editado, en formato de bolsillo el ensayo Ignacio Sánchez Mejías: el hombre de la Edad de Plata, escrito al alimón por Andrés Amorós y Antonio Fernández Torres. A lo largo de más de 500 páginas se traza la semblanza de Ignacio Sánchez Mejías, un polifacético torero cuya vida constituye una pieza fundamental, no ya para la comprensión de la tauromaquia de la llamada Edad de Plata del toreo, sino también para un mejor entendimiento de la actividad cultural en la España del primer tercio del siglo XX. No en balde este espada sevillano, cuñado de Joselito El Gallo, a su condición de matador de toros unió las de autor teatral, crítico taurino, conferenciante, promotor del espectáculo de baile de Encarnación López La Argentinita, presidente del Real Betis Balompié y de la Cruz Roja de Sevilla.
Y, sobre todo, sponsorizó la celebración del tercer centenario de Góngora celebrado en el Ateneo de Sevilla, del que surgió la llamada Generación del 27, uno de los movimientos más importantes y fecundos de la literatura española. Los versos publicados a raíz de su muerte por autores como Bergamín, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda o Rafael Alberti han pasado a las antologías, como el famoso Llanto de García Lorca, que a juicio de los tratadistas "con estos versos Federico convirtió a un hombre excepcional en un héroe literario".
