Un tal Manolete, torero repeinado y de mirada angustiada y extraviada, se enamora locamente de una zorrupia llamada Lupe Sino. Su relación es tormentosa y se pasan el día a la greña hasta que, deprimido por el mal de amores, se deja matar por un toro en la plaza.

Este es el argumento de la abominable película sobre Manuel Rodríguez Manolete que amenaza con estrenarse en España el próximo día 24 de agosto. Un pésimo culebrón, un bodrio en toda regla, aderezado con unas patéticas pretensiones oníricas rodado en 2006 y que, al parecer por problemas económicos, lleva esperando a ser estrenado desde el año 2008. Aunque, visto lo visto, ha sido lo mejor. Porque en Francia sí llegó a las salas comerciales en marzo de 2010, cosechando unas durísimas críticas. También ha sido editado en formato DVD en varios países europeos.

El engendro, de cerca de hora y media de duración, al parecer ha costado más de 20 millones de euros y está dirigido por el holandés Menno Meyjes, un guionista que ha colaborado con directores de la talla de Steven Spielberg, e incluso ganó un Goya al mejor guión por la película El Sueño del Mono Loco, de Fernando Trueba. Pero que aquí no ha dado con la tecla.

Su flamante productor, Andrés Vicente Gómez, asegura con todo el desparpajo que la película: "es un intento de dar a conocer, sobre todo a la gente más joven, el mito que fue Manolete, quien no sólo fue el mayor torero de la historia, sino un hombre de una personalidad tan acusada que hubiera destacado en cualquier otra actividad". Pues bien. Quien no conozca la vida de este colosal torero y presencie el largometraje, se quedará con el mensaje de que un empanao, como se dice ahora, se encoña con una churri y, hecho polvo, se deja coger por un toro. Y es que la imagen que se ofrece del Califa cordobés es tan pobre como distorsionada

El inexpresivo Adrien Brody, quien ganó un Oscar por la película El Pianista, encarna al presunto Manolete y se pasa toda le película poniendo cara de pasmado sufrimiento. Penélope Cruz hace el papel de una Lupe Sino lagartona y desequilibrada. Mejor está Santiago Segura como Chimo, su mozo de espadas, en tanto que un perdido Juan Echanove no recuerda a Camará ni en el blanco de los ojos. Y el actor de la serie Cuéntame Nacho Aldeguer da vida a un Luis Miguel Dominguín chulesco y guaperas.

La película, rodada en la Ciudad de la Luz de Alicante, entre otros marcos como Alcoi, Elda, Jerez de la Frontera y El Puerto de Santa María y sus respectivas plazas de toros, cuenta como asesores taurinos con Espartaco y Cayetano, quienes además tienen sendos cameos en este engendro. Pues poco o nada se nota su asesoría, porque muchos de sus pasajes son risibles. Como el de los toreros yendo a la plaza andando por las calles, seguidos de una multitud y cargando con los esportones y trastos de torear; o Manolete soltando dos palomas en el platillo de la plaza; o los momentos presuntamente eróticos... Y la escena de su muerte en la enfermería es sencillamente sonrojante. Por no hablar del célebre día 28 de agosto. Según la película, el torero se levanta ese día en Sevilla o Madrid, no se sabe; va a una pensión donde quiere pegar dos tiros a Lupe Sino; de ahí se dirige a su casa de Córdoba, donde llega con su cuadrilla a las 13.29 horas (sic) y allí su familia le sablea; luego llega en coche a Linares a las 15.08, todavía vestido de calleÉ Un desatino tras otro.

La distribuidora la califica como la película "más esperada del cine español". Y tanto. Seis años han pasado para poder ser estrenada. A ver lo que dura en pantalla. Florian Rey, en 1948, dirigió Brindis a Manolete, que sin ser gran cosa, le da mil y una vueltas.

Los aficionados que estén interesados en la figura de Manuel Rodríguez, mejor que inviertan su tiempo en leer algunos de los últimos libros que se han escrito sobre su figura: Manolete, biografía de un sin vivir, de Fernando González Viñas, de la editorial Almuzara y Córdoba y Manolete, mano a mano, de Alfredo Asensi. O relean obras clásicas, como Manolete ya se ha muerto; muerto está, que yo lo vi., de K-Hito; Manolete, 50 años de alternativa de Francisco Narbona editado por Espasa Calpe; Vida y tragedia de Manolete, de Filiberto Mira, editado por Aplausos; Manolete, torero para olvidar una guerra, de Juan Soto Viñolo o Manolete, de José Luis de Córdoba y Rafael Gago.