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Espectáculos

Las nuevas variedades valencianas

Jóvenes rostros de la canción, el ballet, el humor o la magia toman el relevo a los veteranos artistas que consolidaron su arte a mediados del siglo XX

Rebeca Moss

La historia de las variedades valencianas no se extingue, pese a los malos augurios que cada nueva temporada acompaña a las previsiones de estos auténticos obreros del arte. Hay una nueva generación de gente joven que pide paso en la escalera de acceso al escenario o al tablado rural en fiestas. El esquema es el mismo de siempre, pero con algunas variantes: ballet, presentador, humorista, vedette, cantante melódico, mago y canción española. Los espectáculos de variedades en Valencia siempre han gozado de gran aceptación popular, siguiendo la tradición secular de las llamadas varietés y consolidado a mitad del pasado siglo por el inolvidable teatro Alkázar, vivero casi inagotable de artistas jóvenes que, con el paso del tiempo, han ido envejeciendo o desapareciendo, si bien algunos de ellos todavía están vigentes.

A las llamadas Rosita Amores, Clara Esmeralda o Julita Díaz, aún en activo, fueron sucediendo otras gentes que ya llevan más de treinta años rodando escenarios, especialmente en los llamados bolos veraniegos, esperanza de vida de la mayoría de los artistas valencianos. Sin embargo, el ballet apenas se emplea ya, salvo raras excepciones o ballet acrobático, y la figura del presentador ha desaparecido como tal, siendo el humorista, el cantante o la vedette quien ejerce estas funciones para abaratar el coste del espectáculo y facilitar su venta a los ayuntamientos o comisiones festeras. Sobrevive alguna señora que presenta, pero a la antigua usanza y generalmente pariente más o menos cercana del empresario del espectáculo, que sigue con aquel latiguillo ancestral de «¡señoras y señores, con todos ustedes!», «el escenario se viste de gala» o «cerrando con broche de oro», que ya se empleaban en tiempos de Maricastaña.

El humor por bandera

Existe una buena hornada de humoristas jóvenes que pueden competir o compartir con los Yalas, Calonge, Cañas, Manolito Martín y otros veteranos ilustres del humor. Entre los nuevos, uno de los más solicitados es Carlos Luna, un joven cántabro, afincado en Valencia desde hace años, que aparece travestido en el escenario para convertirse en un gracioso cuenta chistes, que provoca con facilidad la hilaridad del público. El final de su número es siempre muy celebrado por inesperado. También están Los quillos, un dúo humorístico que componen Sergio López y su mujer, Pilar Ferrer. Combinan humor, parodia y canciones cómicas en un largo show muy celebrado. También está el cómico Darío, y en bilingüe el llamado Tío Blás, si bien el más aplaudido es un monologuista, incorporado al los bolos rodantes, que causa siempre sensación, porque Óscar Tramoyeres, el de Rafelbunyol, es un auténtico crack del humor valenciano.

Las nuevas «vedettes»

La figura de la «vedette» es la que más está en peligro de extinción, y no hay chicas jóvenes que sigan por la senda al uso de esta modalidad. Bajar al público y solicitar la colaboración de señores en estado decadente no tiene mucho futuro. Siguen funcionando algunas ya ciertamente expertas, como Selma Cuellar, Rozzio, Lola Viar, Tanya Celaya o Rosa y Alba Montañés, grandes en su género, pero seguidas de cerca por jóvenes como Sonia Armela, Sandra Burman o Rocío Madrid, que no han debutado ahora, pero tampoco llevan muchos años dando vueltas y pueden considerarse de la nueva hornada, como Ana Torres rememorando las clásicas vedettes.

La canción melódica

El cantante melódico de un espectáculo de varietés corresponde al antiguo galán cantante, con figuras de renombre como Javier Vila, Juan Ramón, José Luis Romo, Tony Visiedo, Javier Esteban, Yaco Lara o el roquero Emilio Solo, entre otros muchos. En la actualidad, Vicente Seguí, único valenciano ganador de Operación triunfo, pasea su buen hacer por todos los lugares, como Carles Chova, llegado de Canal 9 al mundo del espectáculo, que canta, presenta y organiza, afecto al staff de espectáculos La Unión. Y lo hace francamente bien.

Con él, hay unos jóvenes que empujan con fuerza, como Ángel Bellido, José Valhondo, Ramón Rosa, Fran Viana, Jonas Arcos o Abdón Sampedro, hijo del barítono José Luis Sampedro. Entre ellas destaca Rebeca Moscardó, la valenciana del programa de Telecinco La Voz, que actúa en las variedades con los nombres de Rebeca Moss o Rebecah Dansen. Otra gran voz es la de Noelia Cano, otra triunfita valenciana, así como es de apreciar el buen hacer de Miriam Soto, Daphne Laura, Patricia, Vanessa Corbí, Ana María González o el dúo Piel Canela, como repuesto de las grandes cantantes que siempre hemos disfrutado.

Por arte de magia

Los números de magia siguen teniendo gran aceptación en los bolos itinerantes del verano. La C. Valenciana cuenta con dos de los mejores magos del mundo: el castellonense Salvador Vicent, Yunke, y el valenciano Jammes Garibo, ambos de renombre internacional porque han recorrido medio planeta con sus asombrosos números de magia e ilusionismo. Siendo los mejores sin duda, también funciona con éxito el Magic Show de Flashback y los llamados Murphy y Jandro, entre los más destacados, siempre todos acogidos con gran expectación. Y Tony Pons, un mentalista que es capaz de dormir a una comisión de fiestas entera.

Canción española

Es uno de los géneros más apreciados en nuestra comunidad y fuera de ella, donde hay gran devoción por la llamada canción española. La estela de Alejandro Conde, Pepe Badajoz, Luis Escudero, Romerito, Blanca Villa, María José Sanmartín, Carmen Romero o Carmen Guillén, así como Magdalena Romero, la chica de La Roda, es seguida ahora por nuevos cantantes que siendo jóvenes ya gozan de una gran experiencia por haber comenzado de niños. Entre ellos, uno de los más destacados y celebrados es Salvador Arroyo, elegante en el cantar y en el vestir sus canciones, adiestrado por su maestro, el propio Luis Lucena.

De ellas, cabe destacar a chicas como Mercedes Zambrano, abogada de causas ganadas; Arantxa Pons, con su gran dominio del escenario, Marian o María José Navarro, con mención especial para Mariló, que aparece en escena montada a caballo. Todas ellas treintañeras todavía. Y también destacan cantando dos adolescentes, Edu Sánchez y Alex Jiménez, fogueados en bolos con La Voz Kids y los Pequeartistas de María Abradelo.

Música sobre las tablas

Este verano ha sido el de los grandes musicales en los pueblos en fiestas. Producciones de alto presupuesto y grandes montajes que han causado la admiración por donde han actuado. A destacar los titulados Dancing Las Vegas y Feeling, de gran montaje y gigantes escenarios ciertamente espectaculares, con extraordinarios números de baile, acrobacias y canciones en voces anónimas, pero magníficas. Con ellos, la producción de La Unión Musical Paris, un ambicioso proyecto debido a la imaginación de Manoli Montañés, con un elenco de conocidos artistas.

Orquestas: Ritmo para todos

Son las grandes «enemigas» de las variedades clásicos, a las que atribuyen la merma de contrataciones. Pero es reconocida la gran calidad de las llamadas orquestas espectáculo, que suponen un gran aliciente para gentes de todas las edades. Destaca por encima de todas la banda de Gandia Orquesta Montecarlo, sin duda una de las mejores de España por su formación, sus cantantes, su escenografía espectacular y su impresionante luminotecnia. Y con un showman cantante, líder indiscutible, como Eduard Forés, junto a Pablo de Ábalos y las dos chicas, Esther Ortega y Sara Santos. También La Tribu ofrece gran espectáculo, con la televisiva y fallera Sandra Polop llevando la principal voz cantante. Y otra orquesta-espectáculo es La Mundial, que aunque original de Murcia actúa mucho por la C. Valenciana.

El precio de las variedades

Los números visuales también se han incorporado a las variedades valencianas. Acróbatas y malabaristas hacen sus habilidades. Destaca Dayana Jackson, una chica que maravilla con sus exhibiciones. Todos los artistas, o casi todos, han tenido que bajar el precio de sus cachés, ante la coyuntura de cobrar menos o no trabajar. Ello ha hecho que, de momento, las variedades sigan funcionando como viene haciendo desde tiempo inmemorial. Hay una nueva generación de artistas, y el futuro, al menos en teoría, parece estar asegurado. Así sea.

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