Mi madre es una persona muy especial. Imagino que como casi todas las madres. Pero la mía tiene una peculiaridad: la tecnología le viene grande. Es por ello que cuando le propuse elegir los regalos que le gustaría tener de la veintena larga de propuestas que le hice, su primera respuesta fue: «Espero que no sean todo cachibaches de esos raros que siempre llevas».

Así fue como empezó a mirar, y enseguida le llamó la atención el Flower Power de Parrot -40 €-. Esa especie de «bonito pincho» sirve para saber cuándo regar y abonar las plantas, algo que mi madre no suele llevar muy bien. «Siempre se me mueren, sobre todo las de interior. Con esto seguro que me duran más. Y no es caro», me dijo.

Mientras se imaginaba en un vergel de plantas que ya no se le morirían, mi madre echó mano de una bonita pulsera que había sobre la mesa. «Sabía yo que no todo serían cachibaches raros», me dijo al ver la June de Netatmo -76 €-. «Mamá, esta pulsera mide los rayo ultravioleta del sol y te lo dice a través de una app si toca poner bronceador. Es pura tecnología», le dije. «Sí, pero es muy bonita», me contestó mientras se la probaba.

Aunque si algo le gusta a mi madre es la música. Tal vez por ello sus manos se fueron directas hacia los auriculares Aurvana In-Ear 3 de Creative -150 €-, y tras usarlos fue contundente: «Estos auriculares se oyen de maravilla. La voz de Camela suena distinta, parece que la tengo aquí mismo cantándome», me dijo mientras bailaba e intentaba birlarme los auriculares.

«David, el ratón me falla, y estos de colorines son muy bonitos. Podrías estirarte un poco, hijo mío». Y así, con esa lapidaria frase mi madre me decía claramente que quiere un ratón nuevo, pese a que el que tiene funciona de maravilla. Pero quiere un Wireless Mobile Mouse 1850 de Microsoft -17 €-. «¿De qué color lo quieres, mamá?»

«Una nevera me podrías regalar, una como esta», me decía mientras miraba la Haier 4D S100 -1.400 €.-, un frigorífico doble de 1 m. de ancho con categoría energética A++, uno de los que más energía ahorran y con cajones extra grandes.

Pero si algo necesita mi madre es un teléfono para casa. Y si es inalámbrico mejor. Había dos opciones. Debía elegir una... Y eligió las dos. Mi madre y un teléfono sin cable en sus manos: menudo peligro. Tanto el Philips Linea -40 €- como el Gigaset S850 -60 €- le encantaron. «Mamá solo puedes elegir uno para el bazar». «Pues los eligo los dos. Y a ver si me compras uno, que hablar pegada al cable del mío es un incordio», me decía insistentemente...

«¿Y esto qué es?», me preguntó de repente. «Un palo para selfies». «¿Un palo para qué?», me volvió a preguntar. Tras mostrarle y explicarle a fondo para qué sirve el Rollei Selfie Stick 4 Style -35 €- no hubo dudas al respecto: también quiere uno de estos. «David, no me digas que no es un gran invento. Hay que ver lo lista que es la gente».