Pedro D. H., un vecino de Puçol de 32 años, recibió ayer una cornada en la zona toracoabdominal, durante el séptimo encierro de San Fermín. El valenciano, que ayer permanecía ingresado en el Hospital de Pamplona, sufrió en sus carnes el pitón de Pizpito, un astado de 595 kilos, con el número 81 marcado a fuego, y rápido como un rayo.
«No ha sido nada», tranquilizaba a todo el mundo Pedro a través de la llamada de este periódico. «Tengo lo mínimo. Nada roto. Sólo ha sido un susto. Ha sido una cogida por detrás, en el lateral. Me han puesto las inyecciones de rigor, los puntos y ya está. No es nada», añadía.
Pedro, que se considera un corredor experto, comentaba que no es la primera vez que acude a las fiestas de San Fermín a correr delante del toro, y que esperaba recibir el alta porque «si me soltasen hoy, mañana iba a correr», señalaba.
«Llevo muchos años corriendo en San Fermín y el año que viene, más», comentaba el herido desde su cama en el Hospital de Pamplona a la espera de que los médicos le pudieran dar el alta. «Con 32 años ya te vas pensando en volver a estar adelante del toro, pero volver a venir a San Fermín a disfrutar de la fiesta seguro que vengo», indicó.
Pedro comentaba que «fue una cogida por detrás», en la calle Espoz y Mina, y que ayer había tratado de «ver la cogida por televisión pero no he podido, cortan justo ahí las imágenes», concluyó.
