Cada vez son más los sectores que elaboran sus productos de forma ecológica. Llevar una alimentación sana, adquirir una vivienda sostenible o un coche respetuoso con el medio ambiente, comprar prendas sin tintes perjudiciales para la piel y, en definitiva, llevar un ritmo de vida ecológico, son hábitos que, poco a poco, están asentándose en las conciencias. Ahora, el intento por alejarse lo máximo posible de lo productos químicos y de sus efectos ha llegado también al sector de la peluquería.

Ayer, en Valencia, la firma Kim Cosmetics presentaba su última apuesta. Se trata de un tinte y un champú con mucho mundo, elaborado a raíz de aceites milenarios de diferentes continentes: aceite de pepita de uva (Europa), Argán (África), Kukui (América), macadamia (Oceanía) y camelia (Asia).

Más de 200 personas del mundo de la peluquería acudieron para probar este producto en modelos, que después lucieron los cortes de pelo y los tintes en un desfile con vestuario de la mano de la joven diseñadora valenciana, Anaís Moreno. «No es fácil conseguir un buen resultado con productos naturales. Pero le hemos quitado el amoniaco, los conservantes, el alcohol, la silicona... Y aún así el resultado es excelente», explica Carmen Murcia, técnico de la firma en Valencia y dueña de una peluquería en Torrent. «Trabajamos más lentos que otras compañías, pero nos dimos cuenta de la tendencia creciente por consumir de la forma más natural posible y decidimos aplicarlo al sector de la peluquería», explica Murcia, quien asegura que además, de ser ecológico, los colores que se crean son «vibrantes».