Tras años de polémica, un nuevo estudio publicado esta semana en la revista científica PNAS niega el dimorfismo sexual en la estructura del cerebro humano. En general, el trabajo apunta una falta de evidencia al hablar de cerebros masculinos y femeninos.

La investigación, liderada por expertos de la Universidad de Tel Aviv (Israel), recoge el análisis de imágenes de resonancia magnética de más de 1.400 cerebros humanos, según publica la agencia Sinc. Los autores de la investigación identificaron en su trabajo un subconjunto de regiones del cerebro que muestran más diferencias entre sexos.

Cerebro por cerebro, Daphna Joel y su equipo analizaron la forma de cada una de sus regiones cerebrales para clasificarlas como más «femeninas» o más «masculinas», en función de la prevalencia de distintos rasgos en uno y otro sexo.

Aunque entre el 23 % y el 53 % de los cerebros tenía al menos una región más marcadamente femenina y masculina (lo que los científicos llamaron «extremo femenino» y «extremo masculino»), apenas entre el 0% y el 8% de los cerebros fueron totalmente catalogados como extremos para ambos géneros.

Los resultados sugieren que la mayoría de los cerebros son mosaicos heterogéneos con características intermedias.

Es decir, los cerebros humanos no pertenecen a una categoría estructural femenina o masculina.