Anabel Blancas, Valencia
«Cuando se pierde la memoria histórica, se pierde la capacidad de mirar hacia el futuro», aseguraba ayer el artista Fabrizio Plessi (Reggio Emilia, Italia,1940), un clásico del arte electrónico que expone en el Instituto Valenciano de Arte Moderno(IVAM)desde ayer. La muestra resume su trayectoria entre 1970 y 2005 a través de una selección de instalaciones que en su día fueron pioneras en el uso de la imagen y el audiovisual pero que hoy, en su opinión, se han convertido en «piezas de arqueología clásica de la tecnología» . Considerado uno de los vídeoartistas europeos más influyentes del género, Plessi critica con claridad a los nuevos vídeocreadores. «Cada vez que entro en una muestra de vídeo me siento como Picasso» , afirmó. «En los últimos años -prosiguió- no se ha inventado nada nuevo» . El artista, no obstante, apostilla que no se considera «reaccionario» sino « un hombre libre, de espíritu progresista, abierto a todas las experiencias y odio todo lo que está estratificado o formalizado».
Plessi, que se reconoce hedonista y maniático, indicó que en los años 70 pensaba que la tecnología ayudaría al arte pero con el tiempo se ha dado cuenta que la primera siempre va por delante de la creación artística. «El 65 por ciento de la Bienal de Venezia es de vídeo y de pobre calidad. Hay una falta de poética», lamentó. Y añadió que si el arte es el reflejo de su tiempo se vive «en una época de poco nivel cultural» .
En la misma línea, opinó sobre la televisión, « el invento más grande de nuestro tiempo», según dijo. « Ahora ni siquiera tengo una en casa porque ni quiero ver porquerías. $27Gran hermano$27 es el símbolo de nuestro tiempo», sentenció.
El artista, formado en el arte povera [que surgió en 1967 en Italia y que basa su estética en la utilización de materiales pobres o metálicos, relacionados con el objeto y su configuración] y que vive en un palacio del Quattrocento en Venecia , se autocalificó también como un «alquimista, un navegante». De hecho, desveló que en estos días previos a la apertura de la muestra tuvo que «repensar completamente» el montaje de la exhibición por problemas de espacio. Tras estos cambios, «cada pieza, como si fuera un milagro, ha encontrado su luz y su lugar en la exposición para resumir la historia de Fabrizio Plessi» , apuntó.
La exposición que se puede contemplar en el museo valenciano hasta el próximo 26 de agosto está comisariada por la directora del IVAM, Consuelo Císcar, y patrocinada por la empresa italiana Permasteelisa Interiors, de la familia Fregonese y que estuvo representada por Francesco Fregonese. Esta empresa, dedicada al revestimiento de espacios interiores y exteriores, patrocinó también la primera muestra que realizó el artista italiano.
Las distintas instalaciones que componen la selección tiene como denominador común la presencia del agua, que nunca aparece como un elemento físico sino a través de monitores. Es un «agua electrónica que refleja la época que le ha tocado vivir a Plessi» , explicó Císcar.
Diez salas de exposición
El recorrido expositivo que ocupa diez salas del museo se inicia con la obra Videoland , cuyo referente se encuentra en las casas de Albero Bello en Puglia de estructura invertida. Después, el espectador se encuentra con Water Circles , una variante de la anterior que incorpora el sonido de una cascada. Armario bianco, rosso y nero , que custodia la memoria de distintos países del mundo, como Marruecos; Ice , un título que se puede leer en la composición con letras de neón; Waterfall , que compara el agua real con el sonido y la imagen de una catarata; Reflecting water , que proyecta un falso reflejo de agua en la televisión; Narciso , un juego de luz en movimiento; y Cristallo liquido , que representa la memoria y la vida, son otras de las piezas expuestas en el centro de arte valenciano.
La exposición cuenta además con ocho mesas con distintos bocetos de diferentes proyectos como Barcas La Habitación del fuego . Con motivo de la muestra se ha editado un catálogo que reproduce las obras expuestas e incluye textos de Jaime Siles, Marco Tonelli y Consuelo Císcar.
