Un hombre de 47 años se atrincheró en su domicilio de Sueca la pasada madrugada tras agredir a su hermana y a su madre con un palo. Los restos de sangre sobre los muebles y las amenazas de muerte de éste hacia sus familiares hicieron temer lo peor. No obstante, la rápida actuación de la Guardia Civil y de la Policía Local de Sueca evitó que el agresor cumpliera sus amenazas. Eso sí, el sospechoso no se lo puso fácil a los agentes y escapó por los tejados hasta ser detenido una hora después.

Vecinos de la calle Proletariado de Sueca alertaron a la policía a las 2.00 horas de ayer ya que habían escuchado golpes en una casa próxima y a unas mujeres pidiendo auxilio. Cuando los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local llegaron al lugar el hombre se negó a abrirles y atrancó la puerta. Desde una pequeña ventana junto a ésta los agentes observaron restos de sangre sobre los muebles y a un hombre armado con un palo. "Las voy a matar", gritó el sospechoso según el testimonio de los vecinos.

"Fueron instantes de verdadero pánico", apuntaron testigos del suceso, ya que no sabían que podía estar ocurriendo dentro. Además, el agresor partió la llave y la dejó dentro de la cerradura para que no pudieran abrir. Temiendo por la vida de las mujeres, los agentes tiraron la puerta abajo haciendo palanca. Una vez en el interior de la vivienda vieron como el hombre huía hacia el tejado.

Persecución por los tejados

Los agentes salieron tras él y se inició entonces una persecución por las terrazas y azoteas de varias casas del barrio. Según apuntaron fuentes conocedoras de los hechos, el sospechoso saltó entre terraza y terraza, dificultando su arresto. Asimismo, el fugitivo lanzó tejas y piedras desde la azotea a los agentes que lo perseguían y a los que había en la calle.

Cuando los agentes lo perdieron de vista, el presunto agresor se ocultó en uno de los tejados, donde permaneció agazapado durante varios minutos.

Los agentes, para hacerlo salir de su escondrijo, telefonearon al número del sospechoso, ya que éste lo llevaba encima cuando huyó. Así, gracias al sonido del móvil, pudieron localizar al agresor.

Agentes de la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Sueca, detuvieron al sospechoso, quien ofreció fuerte resistencia una vez localizado.

Las dos mujeres agredidas fueron trasladadas al Hospital de la Ribera aunque las lesiones no son de gravedad. La que peor estado presentaba era la hermana, quien tenía hematomas en el rostro y heridas sangrantes.

Por su parte, el arrestado, con numerosos antecedentes policiales, fue puesto a disposición del juzgado de instrucción de guardia de Sueca. Tras prestar declaración el acusado quedó en libertad con cargos acusado de lesiones y violencia en el ámbito familiar.

Según ha podido saber este periódico, las mujeres finalmente no solicitaron orden de protección alguna ya que los tres conviven en la misma vivienda. De hecho, horas después de la agresión el detenido estaba de nuevo en el domicilio junto a las dos víctimas de su violencia.