La Guardia Civil de Sueca ha desmantelado una de las mayores redes de estafa de telefonía móvil de España. La operación Movoda se saldó con 32 detenidos, 23 de ellos en la provincia de Valencia, 18 registros, 1.473 terminales de teléfono de última aprehendidos, 181.000 euros en efectivo decomisados, varios ordenadores portátiles y 43.400 tarjetas telefónicas incautadas.

Los apresados en Valencia son de origen español, chino, paquistaní, rumano y sudamericano, y las detenciones se realizaron en Valencia, Alberic, Algemesí, Alzira, Simat de la Valldigna, Vilanova de Castelló y Pobla Llarga.

La operación se ha realizado de forma simultánea, además de en la provincia de Valencia, en Barcelona y Badalona (cinco detenidos), Málaga (dos), Castelló (dos), Lleida (uno), Toledo (uno) y Gijón (uno).

Funcionamiento de la red

Según fuentes cercanas al caso, la operación se inició cuando una patrulla del puesto de Sueca detuvo a un hombre de origen paquistaní con cerca de 150 tarjetas de móvil. Días después, varios cientos de cajas de teléfonos aparecieron vacías en un contenedor de la citada población. Los agentes comenzaron a unir los cabos y empezó la operación.

Al parecer, los detenidos estaban organizados en diversos escalones. El primero de esos escalones delictivos era la obtención de tarjetas. Utilizaban diversos métodos, pero el más común era dar identidades falsas a las compañías de móvil o datos obtenidos ilegalmente de las propias bases de datos de las operadoras.

Una vez tenían las tarjetas, un segundo escalón realizaba las portabilidades. Aprovechaban que las compañías regalan teléfonos de última generación para pedirlos. Cuando ya tenían el terminal, durante unos dos o tres meses realizaban llamadas con el teléfono. Para cuando la compañía descubría que era un fraude era tarde.

Por último, tanto las tarjetas como los terminales acababan en bazares y locutorios donde eran revendidos, con lo que el montante total de los 27 millones de euros estafados podría se muy superior si se contabiliza el dinero obtenido de la venta de los teléfonos estafados. Muchos de los aparatos eran enviados a Marruecos y a Hong Kong.

Los datos obtenidos

Las principales operadoras de telefonía móvil de España han perdido más de 27 millones de euros en esta estafa, sin embargo ninguna de ellas ha presentado una denuncia en el juzgado para que se investiguen los hechos.

Fuentes de toda solvencia consultadas por este periódico aseveraron que uno de los motivos es que parte de los datos utilizados por la red de estafadores, y que pertenecen a clientes de las compañías, podrían haber sido obtenidos de las plataformas que las operadoras tienen en varios países latinoamericanos.

Algunos clientes recibieron facturas muy elevadas por llamadas desde líneas que no habían contratado y que tan siquiera sabían que estaban a sus nombres. Las compañías no les cobraron las facturas, pero tampoco denunciaron la duplicidad de líneas a nombre de un sólo usuario.

De hecho, las mismas fuentes precisaron que el descontrol que ha quedado en evidenciado a raíz de la operación podría tener sus consecuencias legales si la Agencia Estatal de Protección de Datos decide abrir una investigación.