Un bebé de 14 meses falleció el sábado quemado en el interior de un vehículo en la localidad de Paderne (A Coruña). Su padre fue encontrado por la Guardia Civil a un kilómetro del vehículo después de que su madre denunciara en el cuartel de la localidad coruñesa que éste había amenazado con acabar con la vida del pequeño.

La investigación baraja la posibilidad de que el hombre, que permanece custodiado por la Guardia Civil en el hospital, manipulara una pequeña bombona de butano para quitarse la vida. En un determinado momento, también según las primeras hipótesis policiales, el recipiente le habría estallado en la cara, en vista de que la bombona fue hallada en el asiento delantero de la furgoneta. El hombre, en ese instante, abandonó el vehículo dejando al bebé de 14 meses en su interior, en la silla del asiento trasero, donde posteriormente fue encontrado por los servicios de emergencia y las fuerzas policiales desplazadas hasta el kilómetro 16 de la carretera de Paderne hacia Vilarmaior y Miño.

Cuando las primeras unidades de la Guardia Civil llegaron hasta el punto en el que se encontraba la furgoneta, en un margen donde existe el espacio suficiente para aparcar un coche, y después de haber encontrado un kilómetro más abajo al padre inconsciente y herido, el vehículo ya se encontraba completamente calcinado. Todo cuanto sabían los residentes de la zona ayer por la mañana sobre lo sucedido era lo que pudieron conocer a través de los medios de comunicación, porque ni siquiera estaban seguros de que el hombre sospechoso de incendiar la furgoneta fuera vecino del lugar.

La pareja llevaba junta aproximadamente cuatro años, según algunos de los vecinos consultados en Betanzos, donde desde hace un tiempo residía la madre del bebé en compañía de su hermana en la calle Valdoncel después de que ambos decidieran separarse. El sospechoso de incendiar la furgoneta, aunque no poseía antecedentes policiales, era, de acuerdo a fuentes cercanas a la investigación, conocido por haber consumido drogas durante algunas etapas de su vida. La Guardia Civil aguarda ahora el examen toxicológico para saber si cuando ocurrieron los hechos se encontraba bajo los efectos de alguna sustancia. La familia de la madre del pequeño fallecido es muy conocida en la localidad brigantina -su padre fue profesor en un instituto y su madre regentó una popular tienda en la Rúa Travesa- y el Concello ha puesto a su disposición a los trabajadores sociales para ayudarles después de lo ocurrido.

Amenazas previas

El padre del bebé de 14 meses fallecido el sábado en el término municipal de Paderne había amenazado a la madre previamente con acabar con la vida del pequeño después de que ambos mantuvieran una discusión. La actitud mostrada por el hombre de alrededor de cuarenta años e iniciales J.L.D.L. hizo que su pareja se pusiera por la tarde en contacto con la Guardia Civil para denunciar la desaparición del menor. Posteriormente, fuentes próximas a la investigación en curso confirmaron que la mujer se acercó hasta el cuartel del instituto armado en Betanzos en compañía de familiares para mostrar su preocupación por el paradero del pequeño.

El rastreo iniciado por la Guardia Civil a partir de ese momento desembocó en el hallazgo del padre, primero, en una carretera secundaria del municipio de Paderne, en el núcleo de población conocido como Velouzás, y del bebé en el interior de una furgoneta calcinada. Los agentes localizaron al hombre con graves quemaduras en la cara y las extremidades superiores que lo mantienen en el hospital.