La organización de presuntos narcotraficantes que disponía de topos en el puerto de Valencia, de cuya desarticulación informó ayer en exclusiva Levante-EMV, estaba encabezada por el líder de un clan de Nazaret que era intensamente vigilado por la policía y que, hasta ahora, había eludido todas las acciones policiales.

Según ha podido saber este diario, el supuesto jefe de la trama estuvo a punto de ser arrestado el pasado verano, cuando la policía detectó en el puerto un contenedor que transportaba cerca de cien kilos de cocaína que supuestamente iba a distribuir el sospechoso. Como en todos los envíos destinados a su grupo, se trataba de un gancho perdido, esto es, los paquetes de cocaína van en grandes mochilas apiladas entre la carga legal y la puerta del contenedor, sin que el importador lo sepa.

Sin embargo, el ahora apresado logró zafarse una vez más, lo que obligó a aplazar por enésima vez la operación policial. De momento, los investigadores le imputan la organización de, al menos, cuatro envíos de cocaína mediante este sistema de ocultación.

Las fuentes antes citadas explicaron que la policía llevaba años tras la pista de este hombre, contra el que siempre había habido sospechas, pero no pruebas que sustentaran su detención. De hecho, no tiene siquiera antecedentes.

A los catorce arrestados en la primera fase de la operación, se suman varias detenciones más practicadas ayer por agentes antidroga de la Guardia Civil de Valencia. Fuentes de toda solvencia explicaron que se trata de implicados que se sitúan en un segundo nivel, ya que los cabecillas y sus colaboradores más directos fueron capturados en la operación desarrollada a lo largo de la mañana del lunes en Valencia y un municipio próximo.

Entre los detenidos, que ayer permanecían en calabozos de la policía nacional y de la Guardia Civil, hay tanto españoles -varios de ellos miembros del clan familiar de Nazaret-, como colombianos. La mayoría son hombres, aunque también hay varias mujeres.