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Un hombre tuvo que ser rescatado ayer por los bomberos tras quedar suspendido a 17 metros de altura después de que la grúa en la que realizaba trabajos de restauración en una de las cúpulas de la iglesia Sant Joan Evangelista de Benifairó de la Valldigna, estuviera apunto de venirse abajo.

Enrique Martínez, vecino de l'Alcúdia se encontraba pintando la cúpula del templo cuando, según narra, «escuché un crujido y vi que la grúa empezaba a ladearse. Me fijé en que el suelo de la iglesia estaba cediendo por el peso. Por fortuna, la parte de arriba de la grúa se quedó apoyada en el interior de la cúpula y por eso no me caí».

Al parecer, el suelo de la iglesia, de construcción muy antigua, no pudo soportar los 9.000 kilos de peso de la máquina y empezó a romperse, lo que ocasionó que la estructura de la grúa se ladeara cuando Martínez se encontraba a 17 metros de altura. Este hecho hizo que el suelo sufriera importantes desperfectos que se podían comprobar a simple vista.

«Menos mal que hoy en día llevamos los móviles siempre encima y pude llamar enseguida a alguien para que viniera porque estaba solo en ese momento». Enrique avisó a los bomberos, que apenas tardaron unos minutos en llegar, aunque el rescate se alargó durante una hora, debido a la dificultad para acceder hasta donde se encontraba el hombre.

Finalmente, uno de los bomberos tuvo que ascender por la estructura de la grúa y, tras asegurar al operario con un arnés, lograron bajarlo hasta el suelo.

«Ha sido un gran susto. Mientras estaba arriba, con la tensión, no lo notaba, pero al bajar, me he puesto nervioso, me temblaban las piernas porque mientras esperaba a que me rescataran notaba cómo poco a poco la estructura iba cediendo cada vez más».