Efectivos de la Guardia Civil han detenido a un carpintero de Càlig, J. V. R., por un presunto delito de tráfico o depósito de armas, municiones o explosivos tras intervenirle en su vivienda un depósito de munición de guerra. Hasta 10.000 unidades de cartuchería metálica de todos los calibres de arma corta y larga, apta para su uso, tenía el arrestado en casa. Así como un cartucho detonador de explosivos de los empleados por los artificieros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que tuvo que ser detonado, por motivos de seguridad, por los especialistas en desactivación de explosivos de la Guardia Civil.

La detención se ha llevado a cabo en el marco de la operación "Metralleta" contra el tráfico de armas que se inició al ser detectada la venta de un arma corta de fuego, inutilizada, que había sido rehabilitada para su uso. El detenido acumuló la munición intervenida durante años, la cual había sido adquirida en ferias nacionales e internacionales de armamento sin poseer ningún tipo de documentación o licencia que amparen su tenencia o depósito.

El depósito constituía un riesgo potencial para la seguridad colectiva al encontrarse en pleno casco urbano de Càlig con lo que, de haberse producido un incendio en la vivienda, las consecuencias podrían haber sido muy graves, según alertaron fuentes de la Benemérita. La detención ha sido llevada a cabo por agentes pertenecientes al Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Vinaròs.

El detenido, que se encuentra en libertad provisional hasta que el caso sea juzgado, no quiso ayer hacer declaraciones "porque el tema está ya en proceso judicial". A preguntas de Levante-EMV la mujer del acusado declinó valorar el asunto y aseguró que todo está "en manos de nuestro abogado".

Los que sí mostraron ayer su extrañeza por la detención de este vecino muy conocido en el municipio, ya que es carpintero de profesión, fueron los habitantes de Castelló, que calificaron a J. V. Rambla de un vecino "excelente".

Peligrosa afición

Algunos de sus vecinos conocían de su afición por las armas, balas y munición. Al parecer, según detallaron ayer varios de sus conciudadanos "es muy buena persona, no es un loco que acumula armas para hacer alguna desgracia". Otro vecino aseguró que incluso disponía de un buscador de metales con los que hallaba armas y munición de la Guerra Civil que posteriormente coleccionaba. "Tenía esa afición, se iba al Corral del Petiquillo y encontraba restos de la guerra", añadió.

Durante el registro la Guardia Civil encontró que la vivienda estaba repleta de armarios con proyectiles de varios calibres perfectamente organizados y cajones repletos de balas y explosivos. El detenido, que vivía en pleno centro de la localidad, tenía una afición muy peligrosa que podía haber provocado una gran explosión en caso de accidente con consecuencias inimaginables.