Agentes de la Policía Nacional de Valencia detuvieron esta semana a dos hombres y una mujer de entre 26 y 39 años, de origen cubano y guatemalteca, como presuntos autores de 13 delitos de hurto cometidos desde el año 2008, principalmente a ancianos, a quienes sustraían sus pertenencias a la salida de entidades bancarias. Según informó la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat Valenciana, el hecho que culminó con la detención de estos tres individuos ocurrió el pasado miércoles, cuando fueron localizados en el exterior de una entidad bancaria siguiendo a una mujer de avanzada edad que se disponía a entrar en el portal de su finca.

Los policías averiguaron que la anciana había entrado en un banco de la avenida Tres Cruces de Valencia, en cuyo interior se encontraba uno de los tres componentes del grupo que «marcó» a la mujer, que acababa de sacar dinero. Ya en el exterior, los tres individuos la siguieron y justo cuando iba a entrar en su edificio los sospechosos fueron a abordarla, aunque la acción de los agentes evitó el robo.

Más de 11.000 euros

En el momento de la detención se les intervinieron efectos habitualmente utilizados por estos grupos para apoderarse del dinero como monedas, cuchillas o sustancias para producir manchas. Tras las averiguaciones pertinentes, los policías consideran a los arrestados como presuntos autores de 13 presuntos delitos de hurto cometidos desde el año 2008 en Valencia, en los que se habrían apoderado de más de 11.000 euros.

Asimismo, alguno de los ahora detenidos habría formado parte de uno de los grupos más activos que operaron en Valencia y que fue desarticulado por agentes de la Policía Nacional en 2009. Los detenidos, dos de ellos con antecedentes policiales, pasaron a disposición judicial el viernes.

Este tipo de hechos son cometidos por grupos organizados que se aprovechan de situaciones de descuido para apoderarse del dinero que sus víctimas acaban de sacar y para lo que usan diferentes métodos. Entre ellos destacan los de la «siembra», que consiste en el lanzamiento de monedas al suelo para que la víctima, creyendo que son suyas, se agache a cogerlas, así como la simulación de una mancha, que los ladrones se ofrecen a limpiar.