El fin de semana pasado fue el más negativo, en cuanto a accidentes de tráfico, de los últimos doce meses. Además, todos ellos se concentraron en apenas catorce horas. Cuatro muertos y doce heridos por diferentes siniestros acaecidos desde las siete de la mañana del sábado hasta las nueve de la noche.

Un balance trágico que se producía justo el día en el que se daban a conocer los datos de 2011 en cuanto a siniestros mortales en las carreteras de titularidad valenciana. El número de muertes registradas el año pasado en la red de carreteras autonómicas bajó un 14 % respecto al año anterior y la Generalitat manifestaba el nuevo reto de reducir un 5 % la siniestralidad en su red viaria hasta finales de 2012. Una aspiración que este fin de semana sufrió un duro revés. La mayoría de los accidentes se dieron en viales secundarios y del gobierno valenciano (CV-723, en Dénia, CV-60, en Castelló de Rugat) o en carreteras secundarias o ya de los cascos urbanos de las poblaciones (como fue el caso de Carpesa y Alboraia).

De las personas fallecidas este fin de semana se da otra circunstancia para la estadística: la corta edad de las víctimas mortales. En Carpesa murió un menor de edad de 17 años, en Dénia un joven motoristas de 22 años, en Castelló de Rugat el conductor de un turismo de 24 años y en Alboraia, el piloto de una moto de 31 años.

Malos datos

Según el balance de la Dirección General de Tráfico, que contempla toda la red viaria, la Comunitat Valenciana fue la autonomía donde menos bajó la mortalidad en accidentes de tráfico en 2011, con un descenso del 3,6% respecto al año anterior, y fue la quinta en número de fallecidos con 135, un 3% menos que el año anterior.

Por otra parte, en el informe autonómico queda reflejado que se han superado los objetivos marcados por los planes globales de seguridad vial para reducir a la mitad la siniestralidad en la red de carreteras autonómicas, según informaron fuentes de la conselleria de Infraestructuras.

La Generalitat redactó en 2004 el I Plan Global de Seguridad Vial, en el que se contemplaba la reducción en un 50 % de la mortalidad en su red de carreteras en el periodo 2003-2010, un objetivo que se mejoró, ya que el número de fallecidos bajó un 60 %, el de heridos graves un 54 % y el de leves un 16 %, informaron las mismas fuentes.

En el plan para la mejora de la seguridad en las carreteras de su red de la Generalitat Valenciana, se presta especial atención a la protección de los motociclistas, colectivo históricamente más perjudicado en las estadísticas de siniestralidad. El sábado dos conductores de motos perdieron la vida en Dénia y Alboraia.