La Fiscalía solicitó ayer al inicio del juicio que los dos guardias civiles acusados de torturar a un detenido por robar una cartera en un supermercado de Alboraia sean condenados a sendas penas de dos años de prisión. Un agente de asuntos internos de la Guardia Civil explicó que "el cubano temblaba" cuando le tomaron declaración un año después de las supuestas torturas. Los dos agentes negaron ayer haber maltratado al detenido.

El caso se descubrió porque uno de los acusados -el cabo Carlos P.- estaba siendo investigado por asuntos internos por su presunta participación en una red de narcotráfico que fue desarticulada. El coche donde estaba siendo trasladado el detenido llevaba instalado un micrófono oculto para la investigación de narcotráfico. La fiscal también pide que un vigilante que estaba con los dos agentes sea condenado a seis meses. El asunto ya se juzgó hace un año y medio, y otro tribunal absolvió a los tres acusados al anular las escuchas que supuestamente acreditaban la agresión. Sin embargo, el Supremo ordenó repetir el juicio al validar el auto del juez que permitió grabar las amenazas.

Los dos agentes aseguraron ayer que se limitaron a reducir al detenido con una porra porque "puso en peligro la vida de todos y ofreció resistencia" durante su traslado en el coche camuflado a las dependencias de la Benemérita en Tavernes Blanques.

La víctima sí que prestó declaración en el primer juicio, pero ayer no compareció. La fiscal del caso solicitó a la sala que tenga en cuenta las declaraciones que realizó ante asuntos internos y en las que confirmó la agresión. Las defensas insistieron en que su versión no era creíble porque incurrió en varias contradicciones. El hombre aseguró en el primer juicio que uno de los guardias civiles le puso una pistola en la cabeza y le dijo que le iba a matar, pero el nuevo tribunal no puede tener en cuenta esa declaración.

"Te doy una paliza que vas a mear sangre"

Durante el primer juicio se escucharon algunas de las grabaciones dentro del coche: "Te voy a dar una paliza que vas a mear sangre", "hasta aquí has llegado Raúl (el detenido)", o "no te voy a cobrar el walkie que hemos roto cuando te hemos roto las costillas", además de ruidos de golpes . "No me pegue más, señor, no me pegue más, por Dios", se le escuchó gemir. Las grabaciones se volverán a escuchar en la segunda sesión, que se celebrará el 27 de abril.