Uno de los dos informadores comerciales detenidos en Valencia en el marco de le "Operación Pitiusa" contra el tráfico de datos confidenciales ya había sido arrestado por su presunta implicación en otra trama similar desmantelada hace casi año y medio en Murcia. Según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV, el ahora detenido, administrador de una empresa de investigación comercial, fue arrestado a finales de 2010 en Valencia por la policía nacional y acusado, como ahora, de revelación de secretos. Aquella operación se cerró con nueve arrestados.

La red desmantelada en aquél momento estaba liderada, según informó la policía en su momento, por un alicantino que se hacía pasar por detective privado y que supuestamente había sobornado a un director de una Oficina de Empleo de Murcia para que le facilitase datos protegidos relativos a personas físicas.

Sólo en el último trimestre de 2010, aquella red había vendido presuntamente 1.000 informes con datos personales, laborales, mercantiles y financieros de carácter reservado. Como ahora, el presunto cabecilla, que contaba con la colaboración de dos detectives privados de Madrid y de varios informadores comerciales, entre ellos el de Valencia, vendía los informes a través de la red de intermediarios que había logrado poner en marcha en distintos puntos de España.

Según la policía, la trama fue desmantelada cuando ya tenía previsto suministrar un mínimo de 2.000 informes mensuales durante un periodo de cinco años.

Más detenidos en la segunda fase

En los próximos días, los investigadores del grupo de blanqueo de capitales de la UDEF central y de la misma unidad de la Jefatura de Barcelona tienen previsto poner en marcha la segunda fase de la bautizada como "Operación Pitiusa", cuya primera fase se cerró el pasado lunes y se cerró con 76 detenidos -cuatro de ellos en Valencia y dos en Alicante y Alcoi- y seis imputados.

En esa segunda parte, el número de arrestos será ligeramente inferior y, cuando concluya por completo la investigación, el número de imputados puede rondar los 150. De hecho, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ya avanzó el lunes pasado que habría "muchos más arrestos" en las fases posteriores.

El Ministerio del Interior ya informó anoche que, de momento, el número de detenidos en esta última operación alcanza ya los 88.

La investigación fue iniciada por la UDEF de Barcelona hace algo más de un año, cuando detectaron que un antiguo detective convertido en policía local -el presunto líder de la trama- había puesto en marcha un lucrativo negocio de venta de datos confidenciales obtenidos en su condición de funcionario con acceso a datos reservados.

Los agentes se percataron pronto de que no era un caso aislado y de que, al parecer, había logrado crear toda una red en veinte provincias que mercadeaba con miles de datos gracias a la colaboración pagada de funcionarios -guardias civiles, policías locales, Mossos d'Esquadra, aduaneros, personal del Inem, de Hacienda o de la Seguridad Social- y trabajadores del sector privado, sobre todo de compañías de telefonía móvil. Tras catorce meses de investigación y recopilación de pruebas e indicios, pusieron en práctica las detenciones.