Un trabajador de 35 años se dejó ayer la vida en una zanja de cinco metros de profundidad abierta junto a la entrada principal del hospital de Dénia. La fosa se había excavado esa misma mañana. Las obras las hace la empresa FCC para resolver las filtraciones de agua que provocan goteras en el aparcamiento subterráneo del hospital. Alrededor de las 12.30 horas, cuando este operario, Bernardo J. A. H., que era vecino de Algemesí, trabajaba junto a un compañero dentro de la zanja, se produjo un derrumbe de tierra. El trabajador murió aplastado. La tierra, que pesaba más al estar húmeda, lo sepultó por completo. Su compañero, de 39 años, tuvo que ser ingresado en urgencias. Sus heridas no eran graves, pero estaba en estado de shock y sufría un ataque de ansiedad.

Las medidas de seguridad en estas obras no se cumplieron. Así lo aseguró a este diario José Hurtado, responsable de CC OO de salud laboral en la construcción en l'Alacantí y les Marines. Dijo que una zanja de esa profundidad debía estar entibada, es decir, tener sus paredes apuntaladas con placas sostenidas con traviesas. La tierra húmeda era inestable y el riesgo de derrumbe, evidente. Otros testigos confirmaron que, efectivamente, los obreros trabajaban dentro de la zanja sin que se hubieran tomado medidas para evitar un hundimiento.

El fallecido quedó sepultado bajo gran cantidad de tierra. Los bomberos acudieron para desenterrarlo y sacarlo de la zanja. La policía judicial y la inspección de trabajo investigan este accidente laboral. Durante las últimas semanas, la empresa FCC, que construyó el hospital de Dénia, ya había levantado las aceras y colocado tela asfáltica para evitar filtraciones al aparcamiento. Ayer una excavadora abrió una zanja en la zona del jardín. La falta de seguridad al apuntalar la zanja desencadenó, según todos los indicios, la tragedia.