La autopsia practicada el pasado martes al cadáver del recién nacido hallado en una planta de reciclaje de Fervasa ha certificado que el pequeño nació vivo y que murió de un fuerte golpe en la cabeza. El resultado de la necropsia fue comunicado ayer a la juez de Instrucción número 1 de Quart de Poblet, que ha asumido la investigación al haber sido encontrado el cuerpo durante su turno de guardia.

Los forenses han determinado que el golpe fue letal y que se produjo en los primeras horas de vida del pequeño, un varón nacido completamente sano tras un embarazo a término, es decir, una vez cumplidos los nueve meses de gestación. Durante el examen forense, se le han tomado muestras al cuerpo del neonato para conocer su ADN, que será fundamental a la hora de imputar a la madre del pequeño.

De momento, los agentes del grupo de Homicidios de la Guardia Civil, que han asumido la investigación, no disponen aún de datos concretos sobre el punto de recogida del contenedor en el que fue arrojado el cadáver, aunque han logrado cerrar el círculo.

La hipótesis más probable es que el contenedor fuese recogido por uno de los camiones que realizan las rutas por el área metropolitana de Valencia, aunque aún no está claro el municipio.

De momento, tampoco parecen haber dado resultados las consultas con hospitales y clínicas de ginecología a las que pudiera haber recurrido la gestante, aunque lo más probable es que el bebé sea fruto de un embarazo oculto y, por tanto, que la madre no haya estado visitando a ningún especialista.

El cadáver del recién nacido, de rasgos europeos y pelo oscuro, fue encontrado al filo de las cuatro y media de la madrugada del martes, tal como informó ayer Levante-EMV, en la cinta de selección de vertidos de la planta que Fervasa tiene en Manises. Un trabajador dio la alarma al percatarse de que entre las basuras había un bebé humano sin vida, lo que obligó a parar la planta.