El Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia dejó ayer en libertad por un error a un detenido que llevaba más de un año eludiendo la acción de la Justicia, hasta que finalmente la Policía Nacional pudo detenerlo. El sospechoso quedó libre por el delito que llevó a la policía a detenerlo el pasado lunes una extorsión pero debía ingresar en prisión por otra causa.
El delincuente, con un amplio historial delictivo a sus espaldas, fue apresado por agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Valencia en relación con una supuesta extorsión que llevaba tiempo bajo investigación. Los agentes partieron de la denuncia de la víctima, a la que exigían una importante cantidad de dinero, y cuando lograron identificar y localizar a los presuntos extorsionadores, programaron la operación, que se desarrolló el pasado lunes.
El miércoles, los investigadores entregaron las diligencias y a los detenidos en el Juzgado de Guardia, función que desempeñaba ayer la titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia. La magistrada fue tomando declaración a cada uno de los arrestados, en presencia del fiscal y de los distintos abogados defensores de los acusados.
Al concluir, la juez dictó los autos de libertad, por la causa abierta por extorsión, para la mayoría de los arrestados. Sin embargo, alguien no reparó en que uno de ellos debía ingresar de inmediato en prisión por orden de la Audiencia Provincial de Valencia.
De hecho, esa orden de detención e ingreso en prisión, derivada de una condena por estafa que el sospechoso debía cumplir, estaba en vigor desde hacía más de un año. Para cuando los funcionarios del juzgado se dieron cuenta de la equivocación, el imputado ya había abandonado las dependencias del Juzgado de Guardia, algo que hizo en cuanto le comunicaron que estaba libre y que podía irse.
