Un vecino de Gandia de 38 años y nacionalidad española resultó ayer herido por un agente de la Policía Nacional en el rellano de su vivienda. Fuentes de la Jefatura Superior de Valencia aseguraron a este diario que el policía hizo uso del arma al ver que el hombre intentaba agredirle con un cuchillo de grandes dimensiones.
Según las mismas fuentes, los agentes recibieron un aviso sobre las 17.45 al teléfono de emergencias 112 que señalaba que una mujer había huido de su casa al sentirse amenazada por su pareja.
Según esta versión, los policías se desplazaron hasta la finca, situada en la Plaza España, donde la mujer les contó que había subido a su casa y encontró al hombre, al parecer su pareja sentimental, lleno de sangre y con un cuchillo de 50 centímetros, y que le amenazaba.
Se investigan las circunstancias por las que el hombre apareció en esa situación, si bien las primeras pesquisas apuntan a una discusión previa con otro familiar. Cuando llegaron al inmueble, los agentes subieron al piso, donde encontraron al hombre lleno de sangre y con el cuchillo de grandes dimensiones. Así, según la policía, lejos de amedrentarse se dirigió hacia los agentes esgrimiendo el arma blanca.
Dos disparos
Dada esta situación, según relataron las fuentes policiales, uno de los agentes efectuó dos disparos, que impactaron en una pared y en el abdomen del vecino.
El hombre fue trasladado hasta el hospital Sant Francesc de Borja de Gandia, donde al cierre de esta edición permanecía custodiado por la policía, si bien no se temía por su vida.
Fuentes familiares consultadas por este periódico negaron que el herido quisiera atacar a los agentes que acudieron hasta la vivienda y reconocieron una discusión previa con uno de sus hermanos.
Según su versión, la policía disparó «sin mediar palabra» y «nada más salir del ascensor» y dijeron que junto al herido, que se encuentra en el hospital fuera de peligro, se encontraba su madre «a la que podrían haber matado».
