El exsargento de la Guardia Civil de Cheste Juan José M.I. permanece desde el martes en un calabozo del cuartel de Requena tras ser detenido por agentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) desplazados desde Madrid por estafa, falsedad documental, omisión del deber de perseguir delitos, insolvencia punible y pertenencia a grupo criminal. Además de él, han sido apresados su más directo ayudante, Miguel G.P., y otros cuatro supuestos colaboradores. El trasfondo de las acusaciones está relacionado parcialmente con la compraventa de obras de arte, concretamente de varios cuadros.
Las detenciones fueron practicadas entre las seis de la mañana y las cinco de la tarde del martes en distintos municipios, y los agentes registraron al menos tres domicilios, en los que se incautaron de documentación, dinero y otros efectos.
Asuntos Internos llevaba más de dos años investigando a Juan José M.I., después de que distintos particulares acudieran a la Comandancia de Valencia para quejarse verbalmente de la actitud del sargento por supuestas estafas, impagos y otros hechos relacionados con negocios al margen de su quehacer profesional como sargento de la Guardia Civil.
En este tiempo, su nombre ha salido a relucir en varios asuntos judiciales. El primero de ellos, su imputación por parte de la juez de Instrucción número 2 de Requena por un delito de hurto y otro de receptación por supuestamente llevarse cinco puertas que cerraban las caballerizas de un picadero ubicado en una finca de Chiva, como publicó en exclusiva Levante-EMV en mayo de 2012. Las puertas sustraídas habían sido llevadas a un terreno con caballos que el suboficial tenía en Gestalgar, donde la juez ordenó que quedaran en depósito hasta resolver su devolución.
La Comandancia de Valencia ya había recibido quejas sobre la actitud del sargento a raíz de otro negocio, un pub en Chiva registrado a nombre de la empresa de su entonces esposa y que regentó siendo sargento en el cuartel de ese municipio antes de su traslado a Cheste como comandante de puesto hasta que fue precintado por orden judicial. Aunque el local se llamaba «The Abbey Tavern», todo el mundo lo conocía como «el pub del sargento». La Policía Local de Chiva denunció en al menos dos ocasiones el establecimiento e intervino en muchas más a raíz de las reiteradas quejas de los vecinos.
«Le pegaba dos tiros»
Con posterioridad, fue denunciado por amenazas por el dueño de la empresa de excavaciones que contrató para allanar el terreno de Gestalgar que destinó a picadero de caballos. Pese a que el denunciante aseveró que llegó a sacarle la pistola reglamentaria y a decirle que «le pegaba dos tiros» cuando estaban solos en mitad del monte, el asunto acabó archivado porque el tiempo transcurrido entre los hechos y la presentación de la denuncia habían provocado la prescripción del delito de amenazas.
Tras la publicación por parte de este diario de ambos asuntos, la Guardia Civil abrió un expediente disciplinario instruido por una oficial que dio como resultado la suspensión de funciones y la pérdida de destino por dos años del sargento Juan José M.I., por, entre otras razones, regentar el pub de Chiva y otro negocio de hostelería en Cheste.
El pasado verano, su nombre salió de nuevo a relucir al ser consultado por uno de los tres detenidos por presuntamente intentar comprar un cuadro de Van Gogh con un pagaré falso. Uno de los arrestados era el amigo y colaborador del sargento, Miguel G.P., que también ha sido apresado ahora tras la investigación desarrollada por Asuntos Internos.
