Caso Abierto - Levante-EMV

Caso Abierto - Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La muerte fue instantánea

Se mata al caer de un séptimo piso cuando buscaba una casa de citas

El hombre, que iba ebrio, tropezó con la barandilla del rellano y se precipitó por el hueco de la escalera

Un hombre de 48 años murió ayer por la mañana al caer accidentalmente por el hueco de la escalera de una finca a la que había accedido para contratar los servicios sexuales de una prostituta. Al parecer, el hombre, que iba ebrio, tropezó al salir del ascensor y no pudo evitar precipitarse al vacío desde el séptimo piso. La muerte fue instantánea.

Los hechos, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, sucedieron en torno a las nueve de la mañana en un inmueble de la calle Islas Canarias, muy cerca de la calle Eivissa. El hombre, Carlos G. I. B., de 48 años de edad, llamó al timbre de la vivienda que alberga la casa de citas y, tras acordar las condiciones del servicio sexual, pidió que le abriesen la puerta.

Un vecino que coincidió con el cliente en el ascensor de la finca recuerda que su estado de ebriedad era patente y que incluso tenía problemas para pulsar correctamente el botón para llegar al último piso, donde se encuentra la vivienda de la mujer cuyos servicios había requerido.

Fue precisamente la prostituta quien descubrió lo sucedido, cuando decidió abrir la puerta al ver que su cliente tardaba bastante más de lo normal en llegar a su piso. La mujer se asomó por la barandilla, de poca altura, y vio en el fondo del hueco de la escalera el cuerpo desmadejado de un hombre, sobre un charco de sangre.

La mujer avisó enseguida al 112, que envió al lugar a la Policía Nacional. De hecho, los primeros agentes que llegaron constataron que estaba muerto, de modo que ya no fue necesario solicitar la colaboración de emergencias médicas.

El fallecido fue identificado gracias a la documentación que portaba, ya que ningún vecino lo conocía, puesto que no residía en ese inmueble. La prostituta fue la primera en explicar a los agentes que el hombre se dirigía a su domicilio y que posiblemente había caído por el hueco dada la escasa altura de la barandilla, ubicada justo enfrente de la puerta del ascensor. Además, el vecino que subió con él durante unos minutos refrendó que se apreciaba claramente que había bebido alcohol, lo que justificaría el tropezón y la posterior caída.

La juez de Instrucción número 13 de Valencia, en funciones de guardia, ordenó el traslado del cadáver al Instituto de Medicina Legal, donde hoy le será practicada la autopsia. Al parecer, el fallecido tenía en vigor una orden de alejamiento de su ex pareja por malos tratos dictada por un juzgado de violencia sobre la mujer en 2011.

Compartir el artículo

stats