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Pena

Condenan a dos empresarios por alterar el contador para ahorrarse el 90 % de la luz

Deberán pagar 1.800 euros por un fraude de 600.000 euros, cometido en 30 supermercados y una fábrica

Condenan a dos empresarios por alterar el contador para ahorrarse el 90 % de la luz

Los empresarios valencianos Juan Vidal, administrador de Vidal Europa, y Enrique Velarte han sido condenados por un juzgado de lo Penal de Valencia a pagar una multa de 1.800 euros cada uno de ellos por un delito de fraude de fluido eléctrico tras quedar acreditado que contrataron los servicios de un electricista para que «manipulara los contadores del suministro eléctrico en diversos establecimientos con el fin de que midieran solamente una décima parte de la energía eléctrica realmente consumida», rebajando así considerablemente los gastos en luz de sus empresas. En el caso de Vidal el fraude, cometido entre enero de 2009 y febrero de 2010, asciende a más de medio millón de euros tras comprobar la manipulación de los contadores en una treintena de supermercados, siete de ellos en la ciudad de Valencia.

El juez ha tenido en consideración las atenuantes de reparación del daño causado y confesión ya que ambos empresarios indemnizaron a Iberdrola con las cantidades defraudadas nada más destaparse la manipulación de contadores, de la que informó en exclusiva Levante-EMV. Vidal ha abonado los 568.266 euros que se ahorró en concepto de consumo eléctrico y Velarte también ha satisfecho los 7.200 euros que dejó de pagar con la citada manipulación en su fábrica de Catarroja.

Asimismo la sentencia absuelve al electricista que supuestamente manipuló los contadores al no existir «suficiente prueba de cargo para desvirtuar su derecho a la presunción de inocencia». Los empresarios ahora condenados atribuían toda la autoría de la defraudación a dicha persona. De hecho, Juan Vidal admitió que Velarte le presentó a este electricista pero alegó que autorizó dichos trabajos en sus supermercados «pensando que era una especie de gestión del consumo eléctrico que le permitiría ahorrar costes».

No lo entiende así el juez, ya que en ambos casos los trabajos fueron abonados sin factura alguna adoptando así un «cariz clandestino». Además, los contadores «solamente medían una parte de la energía consumida, hasta diez veces menos del consumo real» y «difícilmente se puede justificar una reducción tan sustancial del consumo eléctrico» en estas empresas.

La sentencia, contra la que cabe recurso ante la Audiencia Provincial de Valencia, también recoge una reunión que mantuvieron los acusados en un centro comercial del «cap i casal», en la que los empresarios le propusieron supuestamente al electricista que asumiera toda la autoría a cambio de una suma de dinero.

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