Un trabajador de 47 años de edad murió poco antes de las tres de la tarde de ayer en una empresa de Agullent en el segundo accidente laboral mortal que se produce en la provincia de Valencia en apenas 48 horas. El primero sucedió el martes en Cofrentes, al aplastar la caja de un camión a su conductor, también de 47 años, mientras descargaba áridos en las inmediaciones de la central nuclear.

El siniestro de ayer se registró pasadas las dos de la tarde en una nave industrial de la firma ontinyentina Guerola S. A., ubicada en la avenida de Francia, en Agullent.

El operario, cuya identidad no ha trascendido, estaba ocupado en una máquina encajadora cuando, por motivos que investiga la Guardia Civil de Canals, quedó atrapado en el mecanismo, lo que le provocó lesiones mortales.

Responsables de la firma alertaron al 112, que requirió a las 14.19 horas a los bomberos, para que liberasen al hombre. El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) también envió una ambulancia al lugar, que no pudo llegar a intervenir, dado que el operario ya había fallecido.

El cadáver fue levantado por orden del juez de guardia de Ontinyent, y trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde hoy se le practicará la autopsia.

A continuación, agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Canals, junto con la Inspección de Trabajo, realizaron una exhaustiva inspección tanto de la máquina como del resto de las instalaciones de Guerola, para poder determinar la causa que originó el accidente mortal, el segundo que se produce en la provincia de Valencia en dos días.

El anterior ocurrió a primera hora de la tarde del martes, cuando un trabajador de una empresa de hormigón dosificado de Albacete, Antonio Vizcaíno, también de 47 años, perdió la vida en el acto al ser aplastado por el volquete de su camión cuando descargaba en una carretera en obras de la central de Cofrentes, que conduce a la zona de captación de agua de la instalación eléctrica, en el exterior del perímetro de seguridad. Agentes de la Guardia Civil comprobaron con posterioridad que el mecanismo que acciona el volquete funcionaba con normalidad, por lo que continúan investigando las causas del siniestro.