Los pasajeros del Sorrento que llegaron ayer a Valencia en el vuelo procedente de Palma de Mallorca estaban indignados tras haber perdido muchos de ellos su vehículo y a la vez herramienta de trabajo porque consideran que el fuego no se detectó a tiempo y que ello habría evitado el desastre. Aunque reconocen que son conscientes de que pese a todo no hubo que lamentar vidas humanas, y agradecen la labor de los miembros de la tripulación y de los dos barcos de Baleària que se aproximaron a prestarles auxilio en el mar, una vez en casa advierten que van tomar las medidas legales oportunas para exigir responsabilidades por lo ocurrido.

«Aquí ha habido una concatenación de fallos desde el primer momento. El incendio se detectó tardíamente y se podía haber extinguido mucho antes», criticó Gabriel, quien se mostró «decidido para llegar a las últimas consecuencias legales». «No entiendo cómo si fumas en la habitación enseguida saltan las alarmas y luego tienen que ser los propios pasajeros os que avisen del fuego porque nadie de la tripulación se ha dado cuenta de lo que estaba ocurriendo», argumenta este argentino.

Asimismo, los pasajeros del buque de Trasmediterránea sostienen que la evacuación del barco fue «espantosa». «El sistema es muy malo y precario. Está pensado para cuando el mar está en calma chicha, pero si hay oleaje ahí nadie controlaba las barcazas y se iban chocando una y otra vez como si fueran una coctelera», asegura Gabriel.

Además, este mismo pasajero criticó la actuación del capitán. «No lo vimos en ningún momento, solo se escuchaba su voz por megafonía y estaba con la voz quebrada, que más que tranquilizar nos generaba aún más pánico entre los pasajeros», reconoce.

Así, una vez en el agua las dos barcazas, «la gasolina apenas nos duró unos cinco minutos». «Teníamos el agua a la altura de las rodillas», afirma Gospodin, un camionero que trabaja en Valencia. Y la subida al otro ferry, «con una escalera de cuerdas y madera, fue aún peor y más peligrosa», asegura otro camionero.